Debate previo al 29º Congreso del Partido Socialista Obrero Español / 2

La proximidad de las elecciones favorecerá un acuerdo en el Congreso del PSOE

Cerca de cinco millones de españoles serán convocados a las urnas en los primeros meses del año próximo, según las previsiones del recientemente aprobado Estatuto andaluz, a fin de elegir un Parlamento en la región donde UCD ha cosechado sus principales derrotas de los últimos años.

Tal vez se trate de una elección aislada, o quizá precipite la convocatoria de elecciones generales anticipadas. En cualquiera de ambos casos, los estrategas del PSOE tienen muy en cuenta el hecho de que el 29º congreso de su partido, previsto para octubre, será el último antes de importantes confrontaciones...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cerca de cinco millones de españoles serán convocados a las urnas en los primeros meses del año próximo, según las previsiones del recientemente aprobado Estatuto andaluz, a fin de elegir un Parlamento en la región donde UCD ha cosechado sus principales derrotas de los últimos años.

Tal vez se trate de una elección aislada, o quizá precipite la convocatoria de elecciones generales anticipadas. En cualquiera de ambos casos, los estrategas del PSOE tienen muy en cuenta el hecho de que el 29º congreso de su partido, previsto para octubre, será el último antes de importantes confrontaciones.Los preparativos no pueden ser los mismos ahora, en que se prevén elecciones a plazo no muy largo -salvo accidentes insalvables para la democracia-, que en 1979, cuando el PSOE celebró su 28º congreso, tras la doble convocatoria electoral de aquel año. Mientras los máximos dirigentes parecen interesados en propiciar una operación integradora de los diversos sectores, en aras de la unidad -a lo cual no parece ajena la experiencia Mitterrand, los órganos de poder de las principales federaciones muestran su preocupación por la alteración de la relación de fuerza.

En este contexto, la posición conjunta adoptada por los secretarios generales del PSOE de Andalucía, Madrid y Valencia (véase EL PAÍS de ayer) constituye un rechazo del reconocimiento de corrientes a través de la representación proporcional, al tiempo que contiene una oferta de pactos políticos con las minorías de cara al congreso, siempre que el control del proceso permanezca en manos de la mayoría. Al menos, la dirección del PSOE se muestra dispuesta a mantener lo que ha negociado con Izquierda Socialista.

Todo parece indicar que la solución definitiva al problema dependerá de las posibilidades estudiadas por la comisión ejecutiva y de sus previsiones hacia el futuro: las minorías de izquierda o nacionalistas pueden no ser necesarias si se va a dar determinada imagen de moderación, o pueden ser muy necesarias, si por el contrario se trata de cubrir el máximo número de capas o sectores sociales que sea posible, a fin de intentar la vicioria electoral. A este respecto, es curioso observar que en una ponencia de Izquierda Socialista se menciona el trasvase del voto eurocomunista al área del socialism o, como una realidad poco menos que evidente tras la grave crisis del PCE.

Por lo que se refiere a propuestas de organización, una ponencia preparada por miembros de la ejecutiva del PSOE de Madrid, que puede considerarse inserta en el sector mayoritario del partido, indica que la democracia interna, «que conlleva el respeto a las mayorías y minorías en el seno de la organización», debe proporcionar un debate político vivo y permanente. «Ello no se conseguirá mediante un tratamiento estatutario del problema, sino que la riqueza de ese debate se halla en la práctica política, lo que exige que los debates deban estar vinculados a problemas concretos». La misma ponencia propone también convertir al PSOE «en el núcleo alrededor del cual se articule un profundo movimiento social», para lo cual se menciona la necesidad de un esfuerzo para vincular a los simpatizantes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En este tema de organización, Izquierda Socialista propone varias reformas al actual modelo de partido. En lugar del encuadramiento actual en agrupaciones territoriales (de barrio, de pueblo), se propone crear también agrupaciones de empresa y «frentes de lucha», donde se organicen militantes especializados y capaces de actuar de cara a sectores sociales concretos. Junto con la ya mencionada aspiración a la proporcionalidad en los órganos deliberantes -sin embargo, les parece bien que la ejecutiva continúe siendo un equipo homogéneo-, proponen reglamentar cuidadosamente el funcionamiento de la «comisión de conflictos», puesto que sus decisiones pueden despojar a los militantes de los cargos públicos.

Otro grupo vinculado a la corriente de izquierda, denominado Reflexiones Socialistas, presenta también otras propuestas. Entre ellas figura la celebración de elecciones primarias en el partido para elaborar la lista de candidatos a los comicios institucionales, así como un reconocimiento estatutario de las corrientes de opinión.

Archivado En