Hermida admitió la existencia de irregularidades en las auditorías

Jesús Hermida observó una actitud cauta en su comparecencia ante la Comisión de Cultura del Congreso, en opinión de los diputados de la oposición. Aunque aseguró que no habían existido presiones de ningún tipo para ocultar los hechos y que habla acelerado todo lo posible el proceso de esclarecimiento, no dejó de reconocer, ante preguntas concretas, que existían indicios de irregularidades en tres federaciones, y que, en su opinión, el Gobierno está dispuesto a depurar las responsabilidades, si existen tales.

Hermida compareció ante la Comisión de Cultura a petición del Grupo Parlamenta...

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Jesús Hermida observó una actitud cauta en su comparecencia ante la Comisión de Cultura del Congreso, en opinión de los diputados de la oposición. Aunque aseguró que no habían existido presiones de ningún tipo para ocultar los hechos y que habla acelerado todo lo posible el proceso de esclarecimiento, no dejó de reconocer, ante preguntas concretas, que existían indicios de irregularidades en tres federaciones, y que, en su opinión, el Gobierno está dispuesto a depurar las responsabilidades, si existen tales.

Hermida compareció ante la Comisión de Cultura a petición del Grupo Parlamentario Comunista. En principio hizo un largo relato de todo el proceso de las auditorías, en el que omitió algún dato importante. Por ejemplo, que la ampliación de las auditorías, solicitada por el antecesor de Hermida, Castejón, fue necesaria porque el segundo de éste, Florencio Noriega, impidió a los censores tener acceso a los papeles que obraban en poder del CSD. En su exposición, trató de justificar las dilaciones que han existido en el proceso y aportó razones por las cuales, a su juicio, las cosas no podían haber ido más deprisa. Tampoco justificó por qué fueron sustituidas seis delas federaciones designadas en principio.Preguntas

Se pasó entonces al turno de preguntas. Preguntaron, por este orden, José María Riera, del PCE; Miguel Ángel Martínez, del PSOE; Gabriel Urralburu, de los socialistas vascos, y García Margallo, de UCD. Riera preguntó si las investigaciones hasta ahora practicadas a partir de los informes de las auditorías habían confirmado las conclusiones de los auditores, según las cuales existen indicios razonables de mala administración y malversación en algunas federaciones, entre ellas la de fútbol, y por qué el CSD sigue dando suibvenciones, entregando dinero público a entidades privadas que, de acuerdo a las investigaciones, no lo emplean para los fines previstos.

Miguel Ángel Martínez señaló que su partido lleva diecisiete meses tras este tema, y que en este tiempo se hablan aclarado algunas cosas, como que, efectivamente, habían existido auditorías, cosa que se llegó a negar; que ha habido actuaciones destinadas a entorpecer la investigación, y que, efectivamente, existían irregularidades, lo que dio paso a la inspección. Preguntó, entre otras cosas, qué pasaba con las auditorías distintas a la de fútbol, qué actuaciones ha habido hasta ahora para depurar las responsabilidades, por qué se pide un nuevo pliego de descargos a las federaciones investigadas, cómo valora el CSD que la Dirección General de lo Contencioso pida al Ministerio de Cultura que clarifique la situación, por qué se está dando un peloteo de papeles entre Hacienda, Cultura y el CSD si ha habido presiones y de qué tipo, y finalmente preguntó a lo inspectores que elaboraron el informe reservado sobre las cuentas de las regionales, en qué basaba su juicio de que existen indicios de daños a la Hacienda pública, según reflejaron en dicho informe.

Gabriel Urralburu, a su vez, preguntó por qué no hay actuación administrativa y por qué todo este tema no ha llegado a los tribunales de justicia ordinaria. Y García Margallo preguntó a Hermida si consideraba lento el procedimiento, si ha habido obstáculos en el mismo, y si las normas de control ahora existentes para el gasto público en el deporte son suficientes.

Las respuestas de Hermida sólo satisficieron a los representantes de UCD. Justificó la lentitud del procedimiento como una garantía para no perjudicar la honorabilidad de las personas implicadas negó la existencia de presiones, significó que sólo en las federaciones de fútbol, patinaje y yudo se habían encontrado irregularidades, y que, por tanto, sólo en ellas existía investigación, y dijo que, en cualquier caso, no es al CSD, sino a la Dirección General de lo Contencioso, a quien correspondía pronunciarse en último término.

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