Cartas al director

El cristiano Herrero de Miñón

Cuentan que el emperador Nerón, con la intención de agasajar a unos invitados. encargó a sus sirvientes la captura de algunos cristianos para ofrecerlos como espectáculo en el circo. El día de la fiesta se abrieron dos puertas, de las que salieron simultáneamente cristianos y fieras. Cuando dejaron de oírse gritos y rugidos y se asentó la polvareda se pudo apreciar un hecho poco usual: los cristianos, sentados en el suelo, se comían a las fieras, a las que previamente habían liquidado. La indignación del emperador no tenía límites. Hizo llamar a sus criados y les preguntó de dónde habían traíd...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cuentan que el emperador Nerón, con la intención de agasajar a unos invitados. encargó a sus sirvientes la captura de algunos cristianos para ofrecerlos como espectáculo en el circo. El día de la fiesta se abrieron dos puertas, de las que salieron simultáneamente cristianos y fieras. Cuando dejaron de oírse gritos y rugidos y se asentó la polvareda se pudo apreciar un hecho poco usual: los cristianos, sentados en el suelo, se comían a las fieras, a las que previamente habían liquidado. La indignación del emperador no tenía límites. Hizo llamar a sus criados y les preguntó de dónde habían traído a esos individuos.-Nerón, perdónanos. No hemos encontrado cristianos y hemos tenido que coger democristianos.

La historia viene a cuento de la declaración del portavoz democristiano de UCD, el señor Herrero: «Lo único que lamento es que no hayan muerto todos los asaltantes», refiriéndose a los macarras y chorizos asaltantes al Banco Central.

De entre todas las preguntas que se me ocurren elijo una: ¿Qué podemos esperar los españoles del espíritu democrático, de la humanidad, del amor a la libertad (de enseñanza, se entiende), de la caridad democristiana de ese señor y sus compañeros de partido?/

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En