Los parlamentarios hispanos no pueden, por ahora, participar en los debates comunitarios de adhesión

El comité mixto Parlamento Europeo-Cortes Españolas no encontró, al término de su cuarta reunión celebrada en Madrid, un compromiso definitivo sobre la posible participación de parlamentarios españoles en los trabajos que sobre la adhesión de España a la CEE realiza la asamblea de las Comunidades Europeas. El comité, por el contrario, pidió urgentemente la reactivación y aceleración de las negociaciones hispano-comunitarias que, en su opinión, deberán provocar la adhesión para el 1 de enero de 1984.

Con la abstención del representante del Partido Comunista francés, Pranchere, y con la a...

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El comité mixto Parlamento Europeo-Cortes Españolas no encontró, al término de su cuarta reunión celebrada en Madrid, un compromiso definitivo sobre la posible participación de parlamentarios españoles en los trabajos que sobre la adhesión de España a la CEE realiza la asamblea de las Comunidades Europeas. El comité, por el contrario, pidió urgentemente la reactivación y aceleración de las negociaciones hispano-comunitarias que, en su opinión, deberán provocar la adhesión para el 1 de enero de 1984.

Con la abstención del representante del Partido Comunista francés, Pranchere, y con la ausencia del delegado gaullista. el comité mixto parlame ntario España-CEE (en el que se incluyen diputados europeos con especiales relaciones con España, como el marqués del Duoro, conservador británico, o el democristinao alemán, Lücker) celebró en Madrid su cuarta sesión bajo la presidencia de la presidenta del Parlamento Europeo, Simone Veil, y en presencia de los copresidentes correspondientes del comité, Ignacio Camuñas (UCD), y Carlo Galuzzi (Partido Comunista italiano).A lo largo de cerca de tres días, el comité debatió la situación actual de las negociaciones hispano-comunitarias, a través de los informes presentados por los diputados Ballesteros y Lücker, y acordó toda una serie de conclusiones, entre las que destaca la declaración común que hace mención a la fecha de enero de 1984 como tope máximo para el ingreso de España en la CEE.

A igual que otros comunicados anteriores, aunque con matices más firmes, el documento final de la reunión señala «la prioridad política de la adhesión de España a la Comunidad», y la «urgencia de acelerar las negociaciones». Así mismo añade que estas conversaciones deben abordar todos los capítulos (alusión a los temas bloqueados, como agricultura y pesca), y se señala que en las actuales reformas intracomunitarias sobre agricultura y presupuestos se deb tener en cuenta la perspectiva de una Comunidad a doce. No se menciona, como lo exigió el vicepresidente de la Comisión, Lorenzo Natafi, la necesidad de establecer un sistema de consultas entre las instituciones comunitarias y la Administración hispana, aunque sí se indica el deseo de que estas reformas y las negociaciones en curso discurran de manera paralela.

Por último, el comunicado invita a las instituciones del Parlament Europeo a encontrar una fórmula que permita la presencia de diputados hispanos en los trabajos de la asamblea comunitaria, relativos a los problemas de la adhesión. Esta invitación esperanzada es lo máximo que el comité mixto pudo conseguir en Madrid, ya que tanto la presidenta del Parlamento, Simone Veil, como varios de los parlamentarios europeos no vieron la oportunidad política o fórmula jurídica, o reglamentaria que permitiera la articulación de los diputados hispanos en los trabajos de la asamblea comunitaria.

El diputado Galuzzí insinuó la posibilidad de que éstos asistieran como expertos a algunos debates de comisiones específica del Parlamento Europeo y la cuestión, con una cierta desilusión por parte hispana, quedó pendiente de sanción por la propia institución de la CEE. Por la propia asamblea comunitaria que, muy probablemente, celebrará un debate sobre la negociación hispana para los meses de septiembre-octubre antes de que el Consejo Europeo pueda dictaminar la reanudación de la negociación en sus capítulos clave. En este debate podría surgir la fecha de 1984, adoptada a nivel de comité mixto, aunque por el momento no cuenta con la aquiescencia del resto del Parlamento Europeo.

Con esta declaración el comité mixto parlamentario demostró su buena predisposición y voluntad política en favor de la pronta adhesión de España a la CEE, pero también descubrió su debilidad institucional ante la posibilidad de adoptar decisiones con carácter ejecutivo inmediato.

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