Los antiguos concesionarios de las líneas periféricas cuestionan el balance de la EMT

El superávit obtenido por la Empresa Municipal de Transportes (EMT) con la absorción de las líneas periféricas, calculado por la empresa en 140 millones de pesetas, ha sido cuestionado por la Asociación Provincial de Transportes Colectivos Urbanos y Líneas de Viajeros de Madrid. sociedad en la que se agrupan las empresas que poseían concesiones.Según esta sociedad, aún sin tener acceso a las cuentas reales de la EMT, se estima que cada kilómetro que recorren los autobuses de la EMT cuesta 140 pesetas. Según la compañía municipal, el total de gastos ascendió el pasado año a 597 millones de pese...

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El superávit obtenido por la Empresa Municipal de Transportes (EMT) con la absorción de las líneas periféricas, calculado por la empresa en 140 millones de pesetas, ha sido cuestionado por la Asociación Provincial de Transportes Colectivos Urbanos y Líneas de Viajeros de Madrid. sociedad en la que se agrupan las empresas que poseían concesiones.Según esta sociedad, aún sin tener acceso a las cuentas reales de la EMT, se estima que cada kilómetro que recorren los autobuses de la EMT cuesta 140 pesetas. Según la compañía municipal, el total de gastos ascendió el pasado año a 597 millones de pesetas y se recorrieron más de ocho millones de kilómetros, esto significaría, según cálculos hechos por la asociación provincial, que cada kilómetro realizado por las líneas periféricas tuvo un coste de 73 pesetas,

La misma asociación hace un cálculo global de los gastos que, a su juicio, ha podido tener la EMT en gastos de personal, compra de trescientos nuevos vehículos y combustible y lo fija en unos setecientos millones de pesetas.

Con respecto al número de viajeros trasladados, que, según fuentes de la EMT, se situó en torno a los 43 millones, la asociación de transportes colectivos compara estos datos con los estudios de la EMT realizados antes de la decisión municipal de no dar más concesiones a las líneas periféricas. El estudio municipal fijaba en caso de que el número de viajeros ascendiera a setenta millones una pérdida económica similar a la que se produciría sin absorción. De transportar 87 millones se. lograría reducir el déficit en 150 millones cantidad que se vería aumentada hasta los 218 millones en caso de que se llegaran a transportar 105 millones de personas.

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