El "grapo" capturado por la policía ha cumplido varias condenas por delincuencia común

El dirigente de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), Emilio Avelino Gómez, único detenido del comando terrorista que asesinó al general Andrés González de Suso y dio muerte posteriormente al policía nacional Ignacio García en el curso de un tiroteo, posee antecedentes como delincuente común desde 1972, según supo EL PAIS de fuentes próximas a la lucha antiterrorista. Las mismas fuentes precisaron que Emilio Avelino Gómez, de veintiocho años de edad, cumplió una condena de diez meses por un delito de robo perpetrado en Bilbao en 1972.

En 1973 ingresó en la c...

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El dirigente de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), Emilio Avelino Gómez, único detenido del comando terrorista que asesinó al general Andrés González de Suso y dio muerte posteriormente al policía nacional Ignacio García en el curso de un tiroteo, posee antecedentes como delincuente común desde 1972, según supo EL PAIS de fuentes próximas a la lucha antiterrorista. Las mismas fuentes precisaron que Emilio Avelino Gómez, de veintiocho años de edad, cumplió una condena de diez meses por un delito de robo perpetrado en Bilbao en 1972.

En 1973 ingresó en la cárcel de Basauri para cumplir una nueva condena por robo, ésta de seis meses, y en 1974 se le aplicó la extinguida ley de Vagos y Maleantes. La policía estima que Emilio Avelino Gómez tomó contacto con los GRAPO después de 1979, ya que ese año, siempre según la policía, parece que se afilió al PCEr, grupo del que habitualmente se nutre la citada organización.La presencia en los GRAPO de una persona que posee antecedentes penales por delincuencia común hace sospechar que esta organización esté reclutando a personas que, previo paso por el PCEr, hayan participado activamente en hechos delictivos. Este sería también el caso de una segunda persona, cuyo nombre no ha sido facilitado, que recientemente abandonó la prisión en la que se encontraba cumpliendo condena por pertenecer a una organización ilegal, en este caso, el PCEr, y que posee antecedentes por delincuencia común.

En cuanto a Emilio Avelino Gómez, que carece de antecedentes por terrorismo, la policía destaca el hecho de que lleve sus dos brazos tatuados, circunstancia no demasiado frecuente en miembros de grupos terroristas. El citado grapo fue interrogado de nuevo ayer por la policía, y de sus declaraciones se desprende que el comando no tenía previsto realizar un atentado precisamente contra el general González de Suso, sino contra cualquier militar de alta graduación. A estos efectos, el jefe del comando les había ordenado vigilar el primer coche oficial de un general que vieran, y de este modo mantuvieron controlados los trayectos del coche del general González de Suso durante cuatro o cinco días, sin saber quién lo ocupaba. Todo ello, según las informaciones obtenidas en fuentes competentes.

Este periódico supo en las últimas horas nuevos datos sobre la participación de los GRAPO en el atentado del pasado lunes: en el piso de Puerto de Canfranc, 23, fue encontrada una cazadora con manchas de sangre y cerca de 45.000 pesetas. Las manchas de sangre en la cazadora podrían ser de uno de los grapo, fugados o del Policía muerto. Este rasgo hace sospechar a los funcionarios encargados del caso que el resto del comando, José Jiménez Fernández y Miguel Angel Bergado, se trasladara al piso para. recoger sus enseres, ya que podrían haber pensado que, al encontrarse su compañero detenido en extremo estado de gravedad, no habrían sido delatados aún.

Aunque no se descarta, en medios policiales que ambos grapo no hayan salido de Madrid y permanezcan en una segunda vivienda de la organización, ayer continuaron los controles en las carreteras de salida deMadrid, aunque con menor intensidad que en días pasados. Concretamente, se montan los coritroles de forma intermitente, levantándolos en determinadas horas y lugares. En Barcelona prosigue de la misma forma la operación de búsqueda del comando que atentó contra dos guardias civiles.

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