El Banco de España descarta medidas excepcionales de apoyo a la peseta frente a la subida del dólar

El Banco de España no tiene intención de adoptar ninguna medida monetaria ni cambiaria excepcional para defender a la peseta frente a la «irresistible ascensión del dólar» en los mercados mundiales, según manifestaron ayer a EL PAIS fuentes oficiales del Banco de España. Las mismas fuentes añadieron que la peseta, pese a su tendencia a la depreciación, ha resistido mejor que otras monedas occidentales (con excepción de la libra y el yen) el ataque frontal continuo de la moneda estadounidense.Esta relativa fortaleza frente a monedas como el marco alemán y los francos suizo y francés descartan, ...

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El Banco de España no tiene intención de adoptar ninguna medida monetaria ni cambiaria excepcional para defender a la peseta frente a la «irresistible ascensión del dólar» en los mercados mundiales, según manifestaron ayer a EL PAIS fuentes oficiales del Banco de España. Las mismas fuentes añadieron que la peseta, pese a su tendencia a la depreciación, ha resistido mejor que otras monedas occidentales (con excepción de la libra y el yen) el ataque frontal continuo de la moneda estadounidense.Esta relativa fortaleza frente a monedas como el marco alemán y los francos suizo y francés descartan, por ahora, la adopción de medidas institucionales concretas, lo que no impedirá que el Banco de España siga utilizando todos los recursos a su alcance para vigilar el cambio diario de la peseta con relación a las principales monedas según las mismas fuentes.

Pese a esta relativa buena posición de la peseta frente al conjunto de monedas del área europea, la tendencia a la depreciación de la moneda española frente al dólar está provocando serias preocupaciones a los responsables financieros de las empresas españolas. La fortaleza del dólar y el ascenso de los tipos de interés en Europa, que puede producirse como consecuencia de la última elevación del prime rate norteamericano, amenazan con poner en las nubes el coste en pesetas de las amortizaciones de sus créditos exteriores.

Asimismo, de continuar la tendencia alcista de los tipos de interés y del dólar, muchas empresas temen que sus futuros planes inversores, tanto de incremento de su capacidad productiva como de saneamiento, puedan verse duramente afectadas ante el riesgo de salir a un mercado exterior de capitales excesivamente caro. No hay que olvidar que el euromercado se ha convertido en una fuente creciente de financiación de las empresas españolas.

El marco, en su punto más bajo desde 1977

Respecto a la jornada de ayer en los mercados cambiarios internacionales, el dólar continuó su irresistible ascenso hasta llegar a valores récords, desde 1977, en Francfort, frente al marco alemán. Asimismo, el franco francés se cotizó ayer a su valor más bajo en muchos meses en una clara tendencia a la baja, en la que también pudo intervenir la incertidumbre que ronda la segunda vuelta de la campaña electoral gala.En sólo dos días, el dólar ha experimentado una revaluación de facto en torno al 3%, frente a las principales monedas europeas, y muchos expertos opinan que esta tendencia puede continuar en los próximos días y semanas si persiste la política monetaria restrictiva estadounidense. Hay que señalar, a este respecto, que la tasa de descuento (discount rate) se encuentra al 14% en Estados Unidos, un nivel nunca alcanzado en la reciente historia.

En este sentido, muchos expertos estiman que el prime rate, cuya subida ha sido el factor desencadenante del terremoto financiero actual, puede saltar del 19% actual al 21 % o 22 % en las próximas semanas, y superar así el récord histórico alcanzado en abril de 1980.

En cualquier caso, es evidente que la evolución de las cotizaciones de las principales monedas está íntimamente ligada a la política que se siga en materia de tipos, tanto en Estados Unidos como en Europa. El recurso a la política monetaria como freno y estímulo de la economía parece que se ha convertido en el quehacer cotidiano de los responsables económicos de Occidente, que no parecen mostrar una especial preocupación por los efectos secundarios de dichas medidas.

Hay que tener en cuenta, en este sentido, que uno de los principales objetivos de los Gobiernos europeos, incluido el español, es eliminar en lo posible esa fuerte tendencia al empeoramiento que experimentan sus balanzas exteriores y así se entiende que, aparte de las medidas estructurales correctoras que se adopten, traten de resolver a corto plazo lo que puedan con los remedios clásicos de dirigismo sucio en los mercados cambiarios.

En este sentido, resulta difícil calcular hasta qué punto nuestro comercio exterior, principal foco de atención a la hora de analizar el impacto beneficioso de la depreciación de la peseta, se ha visto afectado. Según medios bien informados, Aduanas no ha publicado, desde el pasado febrero, sus datos habituales sobre la evolución de este sector.

Este silencio ha impedido, por ahora, analizar hasta qué extremo la pérdida registrada en la cotización de la peseta ha beneficiado, de una manera clara, a las exportaciones.

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