La huelga de hambre de 26 terroristas presos crea tensión social en la RFA

Los veintiséis terroristas convictos en huelga de hambre en las prisiones de la República Federal de Alemania están colocando al GoHerno de Bonn al borde de una situación crítica. Mientras prosiguen los actos de violencia en diferentes lugares del país en solidaridad con los detenidos, los médicos de la RFA se están pronunciando mayoritariamente contra la alimentación forzosa de los huelguistas, a la que consideran «una forma de tortura».La situación de algunos de los militantes de la ultraizquierdista Fracción del Ejército Rojo ha llegado a ser tan crítica que semanarios y periódicos de gran ...

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Los veintiséis terroristas convictos en huelga de hambre en las prisiones de la República Federal de Alemania están colocando al GoHerno de Bonn al borde de una situación crítica. Mientras prosiguen los actos de violencia en diferentes lugares del país en solidaridad con los detenidos, los médicos de la RFA se están pronunciando mayoritariamente contra la alimentación forzosa de los huelguistas, a la que consideran «una forma de tortura».La situación de algunos de los militantes de la ultraizquierdista Fracción del Ejército Rojo ha llegado a ser tan crítica que semanarios y periódicos de gran difusión piden que cesen unas condiciones de internamiento carcelario «insostenibles médicamente en un Estado de derecho».

Andreas Vogel, de veinticinco años, uno de los terroristas al borde de la muerte, fue devuelto ayer nuevamente al hospital de la prisión de Berlín. Vogel había sido internado urgentemente en una clínica de la ciudad; pero, según su abogado, la policía teme una acción espectacular de sus correligionarios para rescatarle. Otro de los prisioneros, Sigur Debus, de 38 años, en una cárcel de Hamburgo, está clínicamente muerto, según su abogado.

Numerosos médicos se han dirigido al ministro de Justicia federal para que intervenga «urgentísimamente para defender la dignidad de la persona» y evite la alimentación forzosa, por sonda o suero, de los acusados de terrorismo, cuya huelga de hambre dura ya dos meses. Amnistía Internacional se ha dirigido también al Gobierno de Bonn.

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