Demanda de bancos y papel en eléctricas
El inicio de las realizaciones de beneficios en el sector eléctrico, o al menos la aparición de abundante papel en sus corros, y la creciente demanda de títulos bancarios, han sido las novedades que presentaron los mercados de valores en la sesión de ayer, jueves.Las bajas, que se extendieron a prácticamente todas las eléctricas, han venido a poner fin al respiro que los vendedores habían concedido a estos valores tras las constantes pérdidas de la semana anterior. No está muy claro que el producto de las ventas de acciones de este sector se haya reconducido hacia los bancos, a pesar de que es...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El inicio de las realizaciones de beneficios en el sector eléctrico, o al menos la aparición de abundante papel en sus corros, y la creciente demanda de títulos bancarios, han sido las novedades que presentaron los mercados de valores en la sesión de ayer, jueves.Las bajas, que se extendieron a prácticamente todas las eléctricas, han venido a poner fin al respiro que los vendedores habían concedido a estos valores tras las constantes pérdidas de la semana anterior. No está muy claro que el producto de las ventas de acciones de este sector se haya reconducido hacia los bancos, a pesar de que este era uno de los argumentos que se barajaban en los parqués para justificar la demanda de acciones bancarias que se observaba al cierre de las sesiones.
Más bien parece que la recuperación de diez puntos del Banco de Santander ha sido la circunstancia que ha decidido a los operadores a corto a volver sus ojos sobre los valores de este sector. La determinación que los mentores del banco montañés habían venido aplicando para evitar subidas en sus cotizaciones a lo largo de las últimas reuniones pesaba demasiado en el ánimo de los inversores y afectaba negativamente a sus compañeros de sector. El aparente abandono de la política de contención e incluso de rebaja de los precios del Santander ha podido ser, en definitiva, el revulsivo para los precios de sus acciones, que venían buscando los bancos.