Cartas al director

¿Por qué argentinos?

Quisiera referirme a dos notas que aparecieron en este periódico sobre el secuestro del futbolista Quini. La primera alude a que los secuestradores podrían ser suramericanos, mientras que la del día siguiente decía que podría tratarse de argentinos.No existe razón para pensar que las fuentes de información del periodista fuesen falsas; si, en cambio, de que el mentado profesional buscaba su nota.

Desde hace mucho a los argentinos se nos ir a colgado un sambenito de sujetos de irregular conducta, seguramente por dos o tres señores que no merecen tal calificativo. Tampoco fue oro en polvo...

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Quisiera referirme a dos notas que aparecieron en este periódico sobre el secuestro del futbolista Quini. La primera alude a que los secuestradores podrían ser suramericanos, mientras que la del día siguiente decía que podría tratarse de argentinos.No existe razón para pensar que las fuentes de información del periodista fuesen falsas; si, en cambio, de que el mentado profesional buscaba su nota.

Desde hace mucho a los argentinos se nos ir a colgado un sambenito de sujetos de irregular conducta, seguramente por dos o tres señores que no merecen tal calificativo. Tampoco fue oro en polvo quienes desde épocas inmemoriales buscaron el cobijo de nuestras playas, y no por ello enjuiciamos sus países de origen. Sobre esta irresponsable inquina, y el amor sincero que siente mi país por España, se refirió el presentador de Primera página, quienes vieron el programa han tenido respuesta. «Los españoles», dijo, «jamás son extranjeros en Argentina». Por ello sostengo que, quienes deben referirse a mi país, lo conozcan, de lo contrario seguirán tocando la guitarra de oídas.

Presumo de tener grandes amigos españoles, muchos de ellos estrechamente vinculados a mi quehacer, a quienes les debo todo lo que soy en España; concretamente, periodistas, amigos por todo lo alto y que saben que cuando ruego encarecidamente más prudencia a la hora del juicio, ya que representa fisura en la entrañable relación de dos pueblos hermanos, lo hago con el debido respeto que merece esa fraterna redacción./

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