La policía tuvo que soltar a un delincuente ante la presión de unos vecinos

La Policía Nacional cordobesa se vio obligada a soltar a un delincuente juvenil ante la agresiva actitud de un grupo de setenta u ochenta personas, pero logró detener a los padres del joven, que habían provocado la violenta situación.

Los hechos han ocurrido en las proximidades de un bar de Córdoba, ciudad en la que la dotación de un coche patrulla detuvo a M. A. O. H., alias el Tararí, de catorce años de edad, después de que el joven hubiera roto un vaso para hacer frente al jefe de la dotación policial. Cuando los agentes se disponían a abandonar el bar con el detenido -con...

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La Policía Nacional cordobesa se vio obligada a soltar a un delincuente juvenil ante la agresiva actitud de un grupo de setenta u ochenta personas, pero logró detener a los padres del joven, que habían provocado la violenta situación.

Los hechos han ocurrido en las proximidades de un bar de Córdoba, ciudad en la que la dotación de un coche patrulla detuvo a M. A. O. H., alias el Tararí, de catorce años de edad, después de que el joven hubiera roto un vaso para hacer frente al jefe de la dotación policial. Cuando los agentes se disponían a abandonar el bar con el detenido -con antecedentes policiales -y al que se buscaba por su presunta implicación en diversos delitos- comprobaron que en los alrededores se habían congregado unas setenta u ochenta personas, que, incitados por los padres del menor, mostraban una actitud agresiva y violenta hacia la policía.

Ante la imposibilidad de dar aviso a otras fuerzas policiales, los agentes decidieron soltar a el Tararí, que emprendió rápidamente la fuga, mientras los congregados se disolvían. Se procedió entonces a detener a los padres del fugitivo. Se trata de Miguel Ortiz Arjona, de cincuenta años de edad, y Carmen Heredia Fernández, de 45 años, quienes han pasado a disposición de la autoridad judicial correspondiente.

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