El golpe de Estado y otros golpes

Para tomar la salida, hay que decir que el golpe de Estado no es una exclusiva militar. Estamos en la era de las revoluciones, donde para la conquista del poder vale todo, tanto las urnas como la presión de las masas, como el chantaje económico-social, como la más depurada violencia; todo. ( ... )La cosa parece estar clara cuando se trata de un asedio revolucionario violento a las instituciones.

Está luego el caso de la mayoría que interrumpe los turnos en el poder, bastante más delicado y hasta vidrioso. Aquí la pasión nubla las inteligencias; comprueben ustedes que los mismos que defi...

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Para tomar la salida, hay que decir que el golpe de Estado no es una exclusiva militar. Estamos en la era de las revoluciones, donde para la conquista del poder vale todo, tanto las urnas como la presión de las masas, como el chantaje económico-social, como la más depurada violencia; todo. ( ... )La cosa parece estar clara cuando se trata de un asedio revolucionario violento a las instituciones.

Está luego el caso de la mayoría que interrumpe los turnos en el poder, bastante más delicado y hasta vidrioso. Aquí la pasión nubla las inteligencias; comprueben ustedes que los mismos que defienden la obligación del Ejército alemán de derrocar a Hitler le niegan al chileno todo derecho a derrocar a Allende, y viceversa. ( ... )

Existe otro tema que, ya metido en harina, no debo eludir, aunque no implique sino intervención generalmente localizada; me refiero al separatismo, expresamente condenado en nuestra Constitución y en todas. Hoy sólo un ciego voluntario puede ignorar que el asedio a nuestro Estado suma la vía legal del voto con la vía violenta de la acción de masas y con la acción criminal del terrorismo separatista; es decir, vía legal, vía revolucionaria clásica y vía bélica. También aquí lo importante es el cuándo debe producirse la intervención.

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31 de enero de 1979

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