Cartas al director

El reto de Villar Arregui

El pasado día 12 de febrero nos produjo estupor ver que el señor Villar Arregui retaba en EL PAÍS al ministro de Justicia a un debate público porque consideraba que el texto aprobado por la Comisión de Justicia del Congreso sobre el divorcio era «regresivo por machista» y, además, «vulneraba la libertad».Es curioso que diga semejantes cosas la persona que elaboró el proyecto del antiguo titular de Justicia, señor Cavero, y es curioso porque dicho texto fue públicamente impugnado por las mujeres en una manifestación convocada por la Plataforma de Organizaciones feministas, y fue impugnado, entr...

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El pasado día 12 de febrero nos produjo estupor ver que el señor Villar Arregui retaba en EL PAÍS al ministro de Justicia a un debate público porque consideraba que el texto aprobado por la Comisión de Justicia del Congreso sobre el divorcio era «regresivo por machista» y, además, «vulneraba la libertad».Es curioso que diga semejantes cosas la persona que elaboró el proyecto del antiguo titular de Justicia, señor Cavero, y es curioso porque dicho texto fue públicamente impugnado por las mujeres en una manifestación convocada por la Plataforma de Organizaciones feministas, y fue impugnado, entre otras cosas, por machista, ya que no contemplaba la situación de la mujer en el país.

Un proyecto como el que se redactó en tiempos de Iñigo Cavero, que obligaba a un doble procedimiento, con el consiguiente gasto, no hay duda que ignoraba la situación económica de las mujeres. Y es que el citado proyecto no se hizo para conceder divorcio alguno, sino para cubrir las apariencias europeístas y, por supuesto, según un texto redactado con el consenso de la Iglesia.

El preocupado secretario general de la coordinación legislativa del Ministerio de la Presidencia tampoco alzó su voz ni su «reto» al cardenal Tarancón, cuando se estaba produciendo sentencia de nulidad en los tribunales de Madrid, que eran una pura farsa y amaño, pero a consecuencia de los cuales las mujeres quedaron solteras tras muchos años de matrimonio, con abundancia de hijos y sin pensión alguna. Mucho menos le ha preocupado al democristiano Villar Arregui la concesión por la Iglesia de seiscientas nulidades en Zaire, muchas de las cuales se han producido con el desconocimiento de las mujeres, víctimas una vez más de la «justicia» de la Iglesia./ por la Asociación de Mujeres Separadas; Merche Comabella, por la Federación Provincial de la Asociación de Mujeres de Madrid, y Rosa Pardo, por el Movimiento Democrático de Mujeres.

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