Los partidos piensan ya en las elecciones, según Carrillo

Santiago Carrillo aseguró ayer en Santander que a partir de ahora todos los partidos se van a poner a preparar las elecciones, porque «Calvo Sotelo no es la solución, y eso lo sabe el propio Suárez», que, en opinión del secretario general del PCE, no se hubiese arriesgado a dimitir si tuviera alguna posibilidad de durar hasta 1983. «Para entonces», dijo, «todo el mundo se habría olvidado ya de Suárez».

El líder comunista, que celebró reuniones con los dirigentes del PCE de Cantabria y posteriormente dio un mitin en el paraninfo del palacio de la Magdalena, calificó a Calvo Sotelo co...

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Santiago Carrillo aseguró ayer en Santander que a partir de ahora todos los partidos se van a poner a preparar las elecciones, porque «Calvo Sotelo no es la solución, y eso lo sabe el propio Suárez», que, en opinión del secretario general del PCE, no se hubiese arriesgado a dimitir si tuviera alguna posibilidad de durar hasta 1983. «Para entonces», dijo, «todo el mundo se habría olvidado ya de Suárez».

El líder comunista, que celebró reuniones con los dirigentes del PCE de Cantabria y posteriormente dio un mitin en el paraninfo del palacio de la Magdalena, calificó a Calvo Sotelo como un hombre que siempre ha dado la impresión de que pasa de la política, frío y distante.

Carrillo añadió que un Gobierno Calvo Sotelo haría un papel semejante al de Suárez, aunque «sin el aguante y la capacidad de encaje de Suárez», lo que le haría más débil e inseguro. Sobre la crisis de UCD y, en general, sobre los problemas internos que se detectan en casi todos los partidos, el secretario general del PCE dijo que eran consecuencia de una mala gobernación del país.

Los resultados posibles y las consecuencias de unas elecciones anticipadas fueron también analizados por el líder comunista. En primer lugar, dijo que esa consulta electoral anticipada no es deseable, pero que un Gobierno monocolor la haría imprescindible para añadir que sus resultados podrían ser parecidos a los de 1979, que también fueron elecciones anticipadas. Es decir, una mayor abstención e iguales porcentajes de votos para cada partido, "con lo que estaríamos en la situación de entonces, con una salida que es la única posible: un gobierno en el que participe la izquierda, porque las consultas electorales insisten en decir que un Gobierno monocolor es imposible hoy en este país."

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