El Ayuntamiento rehúsa tener competencias en la remodelación de barrios

El Ayuntamiento de Madrid no está dispuesto a aceptar que le sean transferidos competencias y recursos para acometer la remodelación de los veintiocho barrios que actualmente se encuentran integrados en ese proceso de rehabilitación urbana, según aseguró ayer por la mañana, en el curso de una conferencia de Prensa, el concejal responsable de Urbanismo, Eduardo Mangada. Con esa declaración, el Ayuntamiento rechaza la oferta que en tal sentido hizo hace unos días el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU). Ello no quiere decir, según destacó Mangada, que el Ayuntamiento renuncie a manten...

El Ayuntamiento de Madrid no está dispuesto a aceptar que le sean transferidos competencias y recursos para acometer la remodelación de los veintiocho barrios que actualmente se encuentran integrados en ese proceso de rehabilitación urbana, según aseguró ayer por la mañana, en el curso de una conferencia de Prensa, el concejal responsable de Urbanismo, Eduardo Mangada. Con esa declaración, el Ayuntamiento rechaza la oferta que en tal sentido hizo hace unos días el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU). Ello no quiere decir, según destacó Mangada, que el Ayuntamiento renuncie a mantener una actitud crítica y de constante seguimiento del programa ministerial de remodelaciones, «apoyando las justas reivindicaciones de los vecinos».

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, en la contestación que hizo de la declaración de principios municipal sobre el problema de la vivienda en la ciudad -hecha pública con ocasión de la manifestación ciudadana celebrada el 31 de octubre pasado (véase EL PAIS del día 1 de noviembre)-, incluyó la oferta de que, ya que el Ayuntamiento protestaba por los retrasos observados en la construcción de los edificios previstos en el programa de remodelaciones, fuera la Corporación local la que se encargara de llevarlo a la práctica.Desde entonces no se había producido una contestación municipal a tal ofrecimiento. Esta llegó ayer, en el curso de la conferencia de Prensa semanal del Ayuntamiento, retrasada, en esta ocasión, en veinticuatro horas. La contestación es tajante: «El Ayuntamiento de Madrid no ha planteado ni va a plantear -y por consiguiente rechaza cualquier ofrecimiento al respecto- la transferencia de las competencias y recursos asignados al cumplimiento del programa de remodelación. Y no sólo porque existan dudas fundadas sobre la existencia de tal asignación de recursos, sino porque no es el Ayuntamiento, sino el MOPU, quien elaboró las previsiones y contrajo los compromisos de dichas reinodelegaciones, y es, por tanto, el MOPU quien debe cumplirlos o, en su caso, explicar por qué no se puede cumplirlo o porqué deben ser, reconsiderados ».

Abandonismo ministerial

Eduardo Mangada había insistido previamente en los argumentos esgrimidos a finales del mes pasado para que el Ayuntamiento se pusiera claramente de parte de los chabolistas madrileños en el conflicto que, desde hace ya años, les enfrenta con el Ministerio de Obras Públicas, en orden a conseguir que este organismo les construya sus viviendas. Para el responsable de la política urbanística municipal, «en los presupuestos del MOPU existe un claro abandonismo de su propio programa, toda vez que no existen, de cara a los próximos años, garantías económicas suficientes como para poder desarrollarlo ».Por lo que respecta a la argumentación dada por el Ministerio de que gran parte de los retrasos registrados en la construcción de las viviendas en remodelación se debía a problemas de competencia municipal, el concejal de urbanismo lo rechazó de plano, toda vez que, según él, el Ayuntamiento ha actuado con «una tolerancia mayor de lo que aconsejaría una normal cautela en cuanto a responsabilidades por incumplimiento de la estricta

legalidad ». Además, en la última reunión de la comisión de seguimiento del programa de remodelación, fueron detectados problemas en veintidós operaciones, «ninguno de los cuales estaba relacionado con procesos de tramitación municipal».