La banca española sería la más rentable del mundo sin sus altos costes de transformación

Los costes de transformación de los bancos españoles son su principal carga financiera a la hora de ofrecer una atractiva y real rentabilidad en sus resultados finales, y, si no fuera por el afán de aumentar cada vez más el lujo y número de sus oficinas, los siete grandes bancos españoles serían los más rentables del mundo, según revela un estudio comparativo de la banca española en relación con los principales bancos occidentales.

El estudio, elaborado en base a un análisis de los ratios financieros más comúnmente utilizados por la banca extranjera, revela, en cualquier caso, qu...

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Los costes de transformación de los bancos españoles son su principal carga financiera a la hora de ofrecer una atractiva y real rentabilidad en sus resultados finales, y, si no fuera por el afán de aumentar cada vez más el lujo y número de sus oficinas, los siete grandes bancos españoles serían los más rentables del mundo, según revela un estudio comparativo de la banca española en relación con los principales bancos occidentales.

El estudio, elaborado en base a un análisis de los ratios financieros más comúnmente utilizados por la banca extranjera, revela, en cualquier caso, que los siete bancos españoles más importantes son los más capitalizados del mundo y un tal sentido, tienen un menor grado de endeudamiento que sus colegas de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Japón.Elaborado y publicado por DGM j, Asociados, Estudios Financieros, un grupo de expertos con experiencia en la banca internacional, el estudio descubre que los siete principales bancos españoles (Central, Banesto, Hispano Americano, Vizcaya, Santander, Popular y Bilbao) serían el doble de rentables que los norteamericanos y mucho más del doble que los japoneses, si no tuvieran costes de transformación (mantenimiento de oficinas, personal, etcétera) tan altos.

En cualquier caso, añade el estudio, los bancos españoles tienen uno de los ratios de rendimiento de sus activos más elevados de los países industriales, con excepción única de los británicos. No obstante, la inflación y los costes de transformación se llevan casi la totalidad de esta rentabilidad, lo que hace al final que el rendimiento de su capital sea negativo.

Primer análisis en España

El informe de DGM y Asociados es quizá el primer análisis comparativo que se ha realizado en España entre los siete principales bancos españoles y las primeras instituciones de los países mencionados, en el que se ha utilizado los ratios y métodos de comparación comúnmente utilizados por firmas como Goldman Sach, Salomon Brothers o Montgomery Securities. En tal sentido, está basado en la información y los resultados facilitados por los veintinueve bancos analizados.Una de las conclusiones más chocantes del estudio es la que se refiere al grado de fiscalidad que soportan las diferentes instituciones analizadas. Y en este capítulo se descubre que, con reforma fiscal o sin ella, los siete bancos españoles son los que, en 1979, soportaron la menor tasa impositiva de todas las instituciones de crédito analizadas. Hasta el punto que la tasa impositiva fue, para los españoles, casi la mitad que la sufrida por los japoneses y un 30-40% inferior a la de los franceses, norteamericanos y británicos.

El endeudamiento financiero o coverage de los bancos españoles, dado su alto índice de capitalización, es el más bajo de las veintidós instituciones analizadas, que incluyen bancos, como el Bank of America, Chase Manhattan, BNP, Barclays Bank, Bank of Tokio o Mitshubisi Bank. Por esta razón, los ratios de rentabilidad sobre recursos propios son, en el caso de los bancos españoles, los más bajos de las instituciones analizadas.

Aumento de beneficios

No obstante, los siete grandes bancos españoles vieron, en 1979, aumentar sus beneficios netos en un 15,1 % con respecto a 1978, cuando a su vez crecieron un 14,4%. Dos bancos entre los siete, el Popular y el Santander, obtuvieron el año pasado uno de los crecimientos de beneficios más altos de su historia, y en el caso del Santander, su nivel de rentabilidad es comparable e incluso superior al de la banca británica.Uno de los interrogantes que se' hace el estudio es la razón de que la caída del ahorro registrada en 1979 en España, que hizo que descendiera la captación de recursos ajenos y la concesión de préstamos no supusiera un aumento notable en el coste teórico de los fondos.

Sin querer entrar en controversia, el estudio señala que todos esos factores, especialmente el descenso en la concesión de créditos, hizo que la banca española se capitalizara enormemente en 1979 y mejorara su situación de liquidez. Asimismo, se constata el crecimiento de los recursos propios registrados en el año analizado (1979) y el hecho de que éste se debiera a las fuertes dotaciones a la cuenta de actualización de presupuestos.

Por último, el estudio comparativo resalta la falta de una información tan completa por el lado de los Dancos españoles con relación a los bancos extranjeros analizados Aparte de deficiencias en la e aboración de las memorias anuales (tan sólo subsanada, quizá, por el Banco Popular, y más recientemente por el Bilbao), los bancos españoles son reacios a otrecer información sobre préstanios fallidos, recuperaciones netas de préstamos de dudoso cobro, amortizados, etcétera. A este respecto, tan sólo el Popular, entre los siete grandes, reconoce en su memoria anual que tiene auditores externos, cuando esa práctica es norma habitual en toda la banca extranjera.

La conclusión del estudio, según se desprende del objetivo de sus autores, parece ser demostrar estadísticamente que la banca española (a nivel de los siete grandes) podría ser altamente rentable si se limitaran «sus fabulosos costes de transformación». A este respecto, el estudio añade que incluso con ellos, hay que reconocer que, al menos en 1979, la banca española fue altamente rentable y tan sólo la superó la banca británica, que, curiosamente, tuvo ese año unos resultados atípicos.

Los autores del análisis advierten, en todo caso, sobre las limitaciones del estudio, concretamente a las derivadas por el distinto papel que desempeñan.

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