100.000 personas reivindicaron la bicicleta como medio de transporte de la gran ciudad

Alrededor de 100.000 personas participaron el domingo en la III Fiesta de la Bicicleta de Madrid, que, como en los años anteriores, estuvo organizada por Radio Popular y patrocinada por el ayuntamiento. Todas las calles céntricas de la ciudad se convirtieron por espacio de unas horas en un gran velódromo popular. El tráfico fue cortado al paso de los ciclistas, con las consiguientes molestias para los automovilistas, si bien, por ser domingo y por lo temprano de la hora -comenzó a las nueve de la mañana-, no repercutió notablemente en la circulación motorizada de la capital.

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Alrededor de 100.000 personas participaron el domingo en la III Fiesta de la Bicicleta de Madrid, que, como en los años anteriores, estuvo organizada por Radio Popular y patrocinada por el ayuntamiento. Todas las calles céntricas de la ciudad se convirtieron por espacio de unas horas en un gran velódromo popular. El tráfico fue cortado al paso de los ciclistas, con las consiguientes molestias para los automovilistas, si bien, por ser domingo y por lo temprano de la hora -comenzó a las nueve de la mañana-, no repercutió notablemente en la circulación motorizada de la capital.

La fiesta se desarrolló dentro de un generalizado ambiente lúdico, de civismo y ele alegría. El buen tiempo -sol espléndido y una temperatura de unos veinte grades- acompañó perfectamente a los ciclistas. No hubo incidentes importantes, exceptuadas las caídas aisladas de algunos de los participantes y la actuación de un grupo de gamberros que había arrojado tachuelas en la callede Príncipe de Vergara.Entre los ciclistas hubo quien utilizó los disfraces más dispares. Se notó la presencia de grupos de ecologistas, muchos de los cuales portaban pancartas individuales en las que se quejaban de que se tuviese una conciencia ecologista una vez al año, en las que se pedían medidas tendentes a favorecer el uso de la bicicleta como medio diario de transporte en la, ciudad y contra la contaminación ambiental. No faltó quien utilizó caretas antiguas.

Alrededor de las nueve de la mañana, el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, dio la salida. oficial en el paseo de Coches del parque del Retiro, donde se había concentrado la mayoría de los ciclistas, si bien es cierto que miles de ellos se fueron incorporando al grueso de aqu¿llos en distintos puntos.

El circuito oficial -Retiro, Príncipe de Vergara, Pío XII, Mateo Inurria, plaza de Castilla, Castellana, Colón, Génova, Sagasta, Carranza, Alberto Aguilera, Princesa, Arco de la Victoria, avenida Complutense, Martín Fierro, Séneca, paseo de Moret, Pintor Rosales, Ferraz, Bailén, Mayor, carrera de San Jerónimo, Alcalá y Retiromedía veintiocho kilómetros.

Aunque era fácilmente realizable -los mayores desniveles no exceden el 5%-, la mayoría de los ciclistas se limitaron a recorrer algunos kilómetros del mismo y a retirarse por calles adyacentes a lo largo y lo ancho de toda la ciudad, lo que pudo dificultar algo más la circulación motorizada. La mayoría de participantes eran niños, acompañados de sus padres.

No hubo, en cualquier caso, ganadores, en tanto que no se trataba de ninguna prueba competitiva, sino de un paseo colectivo.

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