Cuestiones de protagonismo impidieron ayer un acuerdo total sobre la autonomía

Cuestiones de mero protagonismo político impidieron que ayer se alcanzara el acuerdo definitivo sobre el desbloqueo del proceso autonómico andaluz, que quedó casi ultimado en la conversación telefónica del sábado entre Adolfo Suárez y Felipe González y sobre el que volvieron ayer a negociar Rodolfo Martín Villa y Alfonso Guerra. Al parecer, el Gobierno estaría dispuesto a resolver el tema de Almería, una cuestión pendiente, sin mencionar el artículo 144 de la Constitución, pero el Partido Socialista de Andalucía (PSA) se opone radicalmente a esta solución, que le dejaría totalmente desairado a...

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Cuestiones de mero protagonismo político impidieron que ayer se alcanzara el acuerdo definitivo sobre el desbloqueo del proceso autonómico andaluz, que quedó casi ultimado en la conversación telefónica del sábado entre Adolfo Suárez y Felipe González y sobre el que volvieron ayer a negociar Rodolfo Martín Villa y Alfonso Guerra. Al parecer, el Gobierno estaría dispuesto a resolver el tema de Almería, una cuestión pendiente, sin mencionar el artículo 144 de la Constitución, pero el Partido Socialista de Andalucía (PSA) se opone radicalmente a esta solución, que le dejaría totalmente desairado ante los andaluces.

Para salvar estas cuestiones meramente formales y de protagonismo están previstas hoy dos entrevistas de Adolfo Suárez con Felipe González y Alejandro Rojas Marcos.El ministro de Administración Territorial, Rodolfo Martín Villa, se reunió ayer con el presidente de la UCD andaluza y ministro de Trabajo, Félix Manuel Pérez Miyares; el diputado del PSA Miguel Angel Arredonda y el secretario general del partido centrista, Rafael Calvo. Al finalizar la entrevista, que se celebró por espacio de media hora en un salón del Congreso, Pérez Miyares manifestó: «No hay una solución definitiva; aunque existen sustantivos e importantes puntos de coincidencias, subsisten dificultades formales. No cabe duda de que la semana pasada las posiciones eran más distantes». Pérez Miyares no quiso decir que las trabas proceden del PSA, al ser preguntado en este sentido. «Las diferencias son de conjunto», indicó.

El diputado andalucista Miguel Angel Arredonda, precisó, a su vez, al comentar la reunión sostenida con los dirigentes centristas, que la falta de acuerdo no se debe a «un intento de salvar la cara por parte del PSA. Queremos que se llegue a una solución. Nosotros hemos dado pruebas de flexibilidad, hemos propuesto aquí, en el Parlamento, la reforma de la ley orgánica de modalidades de referéndum, la aplicación del artículo 144 y la reforma de la Constitución».

«Existen discrepancias», continuó Arredonda, «en cuanto a la forma. En este caso concreto, las cuestiones formales se han convertido en políticas».

Las cuestiones formales que parecen paralizar la solución a la autonomía andaluza proceden, según se cree, del intento del PSOE de que el único protagonismo de la solución a la que se llegue sea el del Parlamento o, en todo caso, de la Junta de Andalucía. Frente a esto, UCD parece que desea conceder cierta relevancia al líder del PSA, Alejandro Rojas Marcos.

Los socialistas habían anunciado poco antes de esta reunión, por medio de Alfonso Guerra, que el acuerdo está muy próximo y que «o se resuelve en horas o en muy pocos días, o el tema se complicará enormemente».

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El vicesecretario general del PSOE añadió que la posición de su partido pasa por el 151.

Tanto centristas como socialistas se negaron a desvelar la fórmula acordada. En líneas generales, la solución pactada, según ha podido saber EL PAIS, pasaría por la modificación de la ley orgánica de modalidades de referéndum, de tal forma que permita a las siete provincias que ratificaron el 28 de febrero el referéndum de iniciativa iniciar la tramitación del Estatuto. El enganche de Almería al proceso se solucionaría por medio de una ley orgánica especial, en la que no se mencionaría para nada el artículo 144, o bien mediante la aceptación de las Cortes de una proposición no de ley para Almería.

Según estas premisas, el referéndum que se celebrase en Almería para ratificar el Estatuto tendría un doble significado: de un lado, asumir la iniciativa por la vía del 151, para lo que se exigiría los votos afirmativos de más del 50% del censo electoral, y por otra parte, aceptar el texto autonómico.

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