Dos errores

En el reportaje La guerra de Troya no tuvo lugar donde dijo Homero (EL PAÍS, 28 de agosto) se han deslizado algunos errores. Así, se reitera el término «paleografía» en sustitución de «paleogeografía», que es el correcto. La guerra de Troya, hasta donde hoy se cree saber, no ocurrió «hacia 3500», sino, más bien, «hace» unos 3.500 años (el nivel Troya VII A 2, que parece el afectado por el conflicto, se fecha hacia mediados del siglo XIII a. de C.). De las opiniones que se ponen en boca de Kraft se deduce, asimismo, que las modificaciones costeras a que se alude deben tenerse en cuenta n...

En el reportaje La guerra de Troya no tuvo lugar donde dijo Homero (EL PAÍS, 28 de agosto) se han deslizado algunos errores. Así, se reitera el término «paleografía» en sustitución de «paleogeografía», que es el correcto. La guerra de Troya, hasta donde hoy se cree saber, no ocurrió «hacia 3500», sino, más bien, «hace» unos 3.500 años (el nivel Troya VII A 2, que parece el afectado por el conflicto, se fecha hacia mediados del siglo XIII a. de C.). De las opiniones que se ponen en boca de Kraft se deduce, asimismo, que las modificaciones costeras a que se alude deben tenerse en cuenta no para los sucesos acaecidos allí «hace 5.000 años», sino desde el 5000 a. de C. El retrato de Homero con que se ilustra el trabajo es simplemente supuesto y de época muy posterior. No existe ningún retrato fidedigno del autor de La Ilíada (si es que fue uno solo).Finalmente, en la sección «Gente», de la misma página, se habla de Pedro III el Ceremonioso. Se trata, claro, de Pedro IV de Aragón, como es universalmente conocido. El número III es el de los condes de ese nombre en Barcelona. Pero llamarle así es tan ridículo como denominar Alfonso VII, en Aragón, a Alfonso XIII. Cualquier lector no especializado (y más si no es catalán) encontrará sumamente curioso y provinciano tal sistema de denominación. Un título de monarca -tenga el reino la entidad que tuviere- es, por norma, de uso

Pasa a página 10

Viene de página 9

preferente sobre los demás de soberanía (si no son imperiales). Es un asunto de sentido común y de cultura general que algunos (sólo algunos) historiadores barceloneses se resisten, sorprendentemente, a admitir. /