El ayuntamiento prepara una importante campaña disuasoria del uso del vehículo privado

El ayuntamiento prepara para este otoño una importante campaña disuasoria para restringir al máximo la utilización de los vehículos privados, basada en el uso masivo de la grúa y en el establecimiento de una limitación horaria para aquellos que no residan en la zona centro y que les obligará a cambiar su automóvil de sitio cada hora y media. La operación municipal se completará en los próximos meses de diciembre o enero con la aplicación de la ordenanza que permitirá cobrar novecientas pesetas al año a los residentes del centro de Madrid y quince pesetas por cada media hora a los conductores n...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El ayuntamiento prepara para este otoño una importante campaña disuasoria para restringir al máximo la utilización de los vehículos privados, basada en el uso masivo de la grúa y en el establecimiento de una limitación horaria para aquellos que no residan en la zona centro y que les obligará a cambiar su automóvil de sitio cada hora y media. La operación municipal se completará en los próximos meses de diciembre o enero con la aplicación de la ordenanza que permitirá cobrar novecientas pesetas al año a los residentes del centro de Madrid y quince pesetas por cada media hora a los conductores no residentes que estacionen en la zona que se determine.

La semana del 11 al 18 de este mes, la grúa madrileña retiró 575 vehículos que se encontraban mal aparcados. Esta cifra, una vez que comience la campaña en los primeros días de septiembre, será incluso inferior a la que se espera lograr a diario.José Barrionuevo, tercer teniente de alcalde y responsable de la delegación de Seguridad y Policía Municipal, manifestó ayer que «hay que llegar a los seiscientos vehículos de media diaria, tanto porque es necesario mejorar la circulación, como porque de esa forma se cubrirá el déficit que el servicio de grúa produce».

El tema económico es, según José Barrionuevo, bastante importante, «ya que en la actualidad este déficit lo pagan todos los madrileños, cuando lo lógico sería que fuera cubierto por los infractores».

El sistema para incrementar de forma tan sensible la retirada de vehículos consistirá en que las sesenta grúas que actúan en Madrid serán repartidas en grupos de seis o siete, que barrerán durante dos o tres días zonas determinadas. «De esa forma no se podrá decir que se dejan vehículos peor aparcados, ya que en cada actuación seis o siete automóviles serán retirados. Además, la dotación de la Policía Municipal que acompañará a las grúas puede determinar cuáles son los vehículos que afectan más al tráfico».

Avisarán a los conductores

Curiosamente, y para lograr un efecto disuasorio, los responsables municipales avisarán con antelación, a través de la Prensa, en qué zonas y días actuará masivamente la grúa. «No sabemos aún cuánto tiempo durará este sistema de preaviso; dependerá del resultado», dijo Barrionuevo.Además de la batida masiva de una calle o de una zona, la grúa seguirá actuando a requerimiento de los particulares. En la actualidad ocho grúas son dedicadas cada mañana a este cometido; el número se reduce por la tarde a seis, y por la noche, a dos, número que es insuficiente para atender a las infracciones nocturnas. «Vamos a incrementar el retén nocturno en otras cuatro grúas. La zona de mayor actuación será el centro, aunque el hecho de reforzar el servicio de noche se debe principalmente a que ha aumentado el número de particulares que requieren el servicio de grúa».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Otro de los cometidos que tendrá este retén nocturno será el de abrir paso a los camiones de la basura, ya que en algunas calles el aparcamiento de vehículos impide que se pueda realizar esta actividad.

La segunda gran medida que quiere aplicarse en octubre será la limitación horaria en una zona similar a la que resultó afectada por la campaña de Navidad. La idea original era delimitar una zona entregar a los residentes de la misma unos cartones de identificación, previo pago de novecientas pesetas por año, y empezar a cobrar quince pesetas por cada media hora de estacionamiento al conductor no residente que aparcara en la zona delimitada.

Los comerciantes, en contra

El pasado 16 de junio la ordenanza aprobada por el pleno municipal era publicada tras un retraso inesperado en el Boletín Oficial de la Provincia. En el plazo de exposición pública la ordenanza sufrió tina enmienda a la totalidad por parte de la Cámara de Comercio e Industria. Los pasos sucesivos eran aceptar o rechazar la enmienda, variar, si correspondía, la ordenanza y enviar el texto definitivo al Ministerio de Administración Territorial y de Hacienda. Sin embargo, las vacaciones han interrumpido el proceso.En caso de que el texto definitivo fuera decidido el próximo mes de septiembre, hasta finales de octubre no podría aplicarse la nueva ordenanza. Esto ha obligado a cambiar los primitivos planes, por lo que se ha pensado en hacer un ensayo general antes de aplicar la ordenanza.

Los residentes de la zona centro, según el nuevo plan, recibirán las tarjetas de aparcamiento de forma gratuita, en tanto los no residentes se verán obligados, si quieren dejar el vehículo en la zona, a cambiarlo de emplazamiento cada hora y media, como si la zona azul estuviera de nuevo vigente.

Los encargados de hacer cumplir esta norma, que será aprobada como bando, y de controlar las tarjetas serán los 150 trabajadores procedentes de las empresas que realizaban las líneas periféricas, así como aquellos trabajadores de la EMT que formen parte del personal excedente y quieran voluntariamente desempeñar este servicio. Precisamente en la primera quincena de septiembre se formará una comisión para reestructurar la EMT.

La utilización de la grúa y la limitación del aparcamiento no conllevarán, como habían solicitado algunos sectores, la revisión de la señalización en la zona centro.

Archivado En