GALICIA

Veintiséis heridos por una explosión de gas en un hotel de Pontevedra

Veintiséis heridos -dos de ellos graves, otros dos menos graves y el resto leves- es el balance de una explosión registrada ayer en un hotel veraniego de la provincia de Pontevedra minutos -antes de que el restaurante de la casa empezara a llenarse de clientes. Según el gobierno civil, la explosión se debió a un escape de gas en los bajos del establecimiento.

El accidente ocurrió a la una menos cuarto, en el hotel Alborada, que está situado en el pequeño pueblo de Rajo, municipio de Sangenjo, a pocos kilómetros de Pontevedra, en la carretera que conduce hasta El Grove y La Toja. ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Veintiséis heridos -dos de ellos graves, otros dos menos graves y el resto leves- es el balance de una explosión registrada ayer en un hotel veraniego de la provincia de Pontevedra minutos -antes de que el restaurante de la casa empezara a llenarse de clientes. Según el gobierno civil, la explosión se debió a un escape de gas en los bajos del establecimiento.

El accidente ocurrió a la una menos cuarto, en el hotel Alborada, que está situado en el pequeño pueblo de Rajo, municipio de Sangenjo, a pocos kilómetros de Pontevedra, en la carretera que conduce hasta El Grove y La Toja. El encargado del establecimiento, Antonio Hermida, y la cocinera, Olga Vilariño, resultaron heridos de gravedad, con quemaduras que alcanzan el 60% de sus cuerpos. Menos graves, Luis Alvarez y Raquel Zarnoza, esta última excursionista de Vitoria, que viajaba en un omnibús detenido a la puerta del local y que sufrió los efectos de la explosión.

El edificio quedó prácticamente destruido, con pérdidas evaluadas inicialmente en veinte millones de pesetas, así como el tejado de una casa de enfrente y un automóvil que circulaba en ese momento por delante del hotel. El hecho de que el siniestro se iniciara con una débil explosión permitió que se desalojara el edificio rápidamente. La segunda explosión, más fuerte y definitiva, invadió de escombros la carretera, que tuvo que ser cortada durante dos horas. La mayoría de los heridos son excursionistas de Vitoria que viajaban en un autobús, parado a la puerta del hotel escasos segundos antes de producirse el siniestro. La declaración de los testigos presenciales sustenta fácilmente la hipótesis de que la explosión fue fortuita y debida posiblemente a la acumulación progresiva de gases en los bajos de la casa, donde parece ser que estaba almacenada cierta cantidad de gas industrial destinado a la cocina y a la calefacción del establecimiento. Antes de la primera explosión se vio salir humo de dicho compartimiento.

El hotel, que cuenta con veinte habitaciones, todas ocupadas a pleno rendimiento, solía reunir a buen número de personas en su comedor, por lo que, si la explosión hubiera ocurrido sólo minutos m á s tarde, es probable que hubiese revestido mayor gravedad. Se da la circunstancia de que el presidente Suárez suele acudir a un chalé cercano, distante sólo dos kilómetros, para jugar al tenis y comer en privado con. el médico pontevedrés Miguel Domínguez. Lo había hecho todavía el día anterior.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En