Cartas al director

Cojo, tuerto y afeitado

Acabo de leer el reportaje sobre la corrida de toros celebrada el 10 de agosto en El Escorial y creo que no relata fielmente el escándalo que se produjo al salir el sobrero en cuarto lugar. Quizá unos gritaban «cojo» y otros «tuerto», pero en mi sector del público, el grito más oído era «afeitado».Las astas del pobre animal estaban tan despuntadas que parecía un toro para rejones, y se comentaba que a lo mejor estaba preparado para la corrida de rejones del día 11, hipótesis que cobraba peso al verse sólo cinco toros para esa corrida en los corrales (que son visibles desde el tendido 5). Al fi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Acabo de leer el reportaje sobre la corrida de toros celebrada el 10 de agosto en El Escorial y creo que no relata fielmente el escándalo que se produjo al salir el sobrero en cuarto lugar. Quizá unos gritaban «cojo» y otros «tuerto», pero en mi sector del público, el grito más oído era «afeitado».Las astas del pobre animal estaban tan despuntadas que parecía un toro para rejones, y se comentaba que a lo mejor estaba preparado para la corrida de rejones del día 11, hipótesis que cobraba peso al verse sólo cinco toros para esa corrida en los corrales (que son visibles desde el tendido 5). Al final de la corrida, la gente no quería ni el paralítico primero, ni el despuntado, desmirriado sobrero. Pedía un sexto toro, sabiendo que no había, porque la gente de El Escorial es demasiado buena para hacer su protesta de otra forma. Públicos de otros pueblos, de otros tiempos, habrían quemado la plaza./

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En