UCD se opuso a la ampliación de las oficinas de la diputación provincial

La mayoría de izquierdas de la diputación provincial aprobó, con la esperada oposición de UCD, el alquiler de unos locales en el paseo de la Castellana, imprescindibles -según se expuso en el pleno- para aliviar un poco el problema de la falta de espacio físico, que hace peligrar ya la eficacia de las actuaciones administrativas.El pleno acusó ya las fechas entradas en el mes de agosto en que nos encontramos. De los veintisiete diputados de la izquierda, sólo estaban presentes diecinueve, y de los veinticuatro diputados de UCD, sólo diez estaban en el pleno para emitir su voto negativo.
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La mayoría de izquierdas de la diputación provincial aprobó, con la esperada oposición de UCD, el alquiler de unos locales en el paseo de la Castellana, imprescindibles -según se expuso en el pleno- para aliviar un poco el problema de la falta de espacio físico, que hace peligrar ya la eficacia de las actuaciones administrativas.El pleno acusó ya las fechas entradas en el mes de agosto en que nos encontramos. De los veintisiete diputados de la izquierda, sólo estaban presentes diecinueve, y de los veinticuatro diputados de UCD, sólo diez estaban en el pleno para emitir su voto negativo.

Los ucedistas se opusieron en dos de los quince puntos presentados. El primero de ellos se refería al pago de salarios del nuevo personal del servicio de archivos y bibliotecas. La oposición se basó en que el pleno celebrado el 30 de julio ya había votado la creación de las nuevas plazas, con su consignación partidaria correspondiente, por lo que volverlo a presentar a aprobación era un contrasentido, que demostraba de hecho la irregularidad de la primera aprobación. En base a esta argumentación, UCD estimó que el acuerdo era ilegal e invalidaba la creación de las plazas. El presidente, Carlos Revilla, zanjó la discusión ofreciendo a UCD la posibilidad de que lleven a los tribunales el asunto, y que ellos decidan sobre la legalidad o no del acuerdo, pero que éste se sometería a votación, como así sucedió.

El segundo punto origen de debate fue el alquiler de un edificio en el paseo de la Castellana, muy cercano a la sede de la diputación. El asunto se presentó en el pleno del 30 de julio como moción de urgencia de la presidencia, sin que aún tuviera partida presupuestaria consignada para pagar las mensualidades. En aquel momento el portavoz de UCD, Enrique Castellanos, se opuso, por considerar que, sin saber de qué partida del presupuesto se iban a hacer los pagos, no se podía aprobar la operación. Aunque la izquierda expuso que el problema de la falta de espacio era grave y dificultaba las tareas de la diputación, UCD se atrincheró en su postura formalista y obligó a la retirada de la moción. En el pleno de ayer, ya cumplidos estos requisitos, la oposición ucedista se centró en que los cien millones anuales que supondrá el alquiler son demasiado onerosos para la diputación, así como el hecho de que se echará mano para pagarlos de la partida de donativos. César Cimadevilla respondió que la fórmula era perfectamente legal y que el problema de espacio no admitía demoras, en tanto no se encuentre un edificio en condiciones ¡para ser sede permanente de la diputación. La izquierda destacó de nuevo el carácter de obstruccionismo, que, según dijeron, se trasluce de la actuación del portavoz ucedista.

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