Rodrigo Royo, nuevo director de "Informaciones"

El escritor y periodista Rodrigo Royo es, desde ayer, el nuevo director del periódico Informaciones, de Madrid. Hasta ahora, este periódico, que era editado por un grupo de trabajadores desde hace algunas semanas, estaba bajo la dirección en funciones de Juan Espejo. Anteriormente, y hasta el cierre temporal del mismo, fue dirigido por Emilio Romero.«Vamos a intentar hacer en esta nueva etapa», ha explicado Rodrigo Royo a EL PAÍS, «un periódico no de partido, no adscrito a ideología alguna; un periódico sin intermediarios que esté al servicio de España, liberal y aperturista y, sobre to...

El escritor y periodista Rodrigo Royo es, desde ayer, el nuevo director del periódico Informaciones, de Madrid. Hasta ahora, este periódico, que era editado por un grupo de trabajadores desde hace algunas semanas, estaba bajo la dirección en funciones de Juan Espejo. Anteriormente, y hasta el cierre temporal del mismo, fue dirigido por Emilio Romero.«Vamos a intentar hacer en esta nueva etapa», ha explicado Rodrigo Royo a EL PAÍS, «un periódico no de partido, no adscrito a ideología alguna; un periódico sin intermediarios que esté al servicio de España, liberal y aperturista y, sobre todo, con los medios, grandes o pequeños de que dispongamos, profesional».

Rodrigo Royo, valenciano de 57 años, es conocido en los medios periodísticos porque durante diez años fue corresponsal de la prensa del Movimiento en Estados Unidos; porque fue el fundador de la revista SP, en 1973, que dirigió hasta el cierre de ésta (de 1961 a 1963 simultaneó la dirección de SP con la dirección de Arriba), pero, sobre todo, por la experiencia periodística del diario SP (1967-1969), primero que se imprimió en offset y fotocomposición en Europa. «Creo que fue el primer periódico aperturista y crítico».

«Con Informaciones intentaré», ha añadido Rodrigo Royo, «hacer algo parecido remontando en primer lugar los problemas que tiene. El periódico debe ser la conciencia de la sociedad respecto ala actitud de los políticos, siempre que se mantenga el respeto a la vida privada y a las personas».