La catástrofe ferroviaria de Torralba

Treinta años del "más alto exponente de la tecnología española"

El Tren Articulado Ligero Goicoechea-Oriol (Talgo), inventado por el ingeniero vasco Alejandro Goicoechea en 1938, es un tren oruga que representó una innovación en la técnica ferroviaria moderna. Se caracteriza por su estructura articulada triangular, con ejes dirigidos y ruedas independientes en cada eje. El centro de gravedad está mucho más bajo que en los trenes ordinarios y su peso es muy inferior, de ahí su mayor estabilidad y rapidez.El proyecto inicial, que sería calificado como el «más alto exponente de la tecnología española», fue rechazado en principio por Renfe. El interés del capi...

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El Tren Articulado Ligero Goicoechea-Oriol (Talgo), inventado por el ingeniero vasco Alejandro Goicoechea en 1938, es un tren oruga que representó una innovación en la técnica ferroviaria moderna. Se caracteriza por su estructura articulada triangular, con ejes dirigidos y ruedas independientes en cada eje. El centro de gravedad está mucho más bajo que en los trenes ordinarios y su peso es muy inferior, de ahí su mayor estabilidad y rapidez.El proyecto inicial, que sería calificado como el «más alto exponente de la tecnología española», fue rechazado en principio por Renfe. El interés del capital privado se concretó en la creación de la empresa Patentes Talgo, SA, para la explotación del invento, presldida por José María de Oriol y Urquijo, y con fuerte participación del clan familiar de los Oriol.

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Pruebas en EE UU

Las pruebas del Talgo I se realizaron en Estados Unidos, y posteriormente la compañía Ferrocarriles de Vía Estrecha de Langreo compró el tren y lo puso en servicio después de introducirle las modificaciones oportunas.

A raíz de esta experiencia, los Oriol construyeron cúatro trenes Talgo II, contratando con Renfe la explotación de los mismos. El sistema empleado consistía en que toda la recaudación de billetes era para Patentes Talgo, SA, que continuaba como propietaria del tren. Renfe cobraba a la compañía los servicios del personal de conducción y las tarifas de utilización de vía. El primer Talgo II circuló el día 14 de julio de 1950 desde Madrid a Hendaya y constituyó un acontecimiento nacional.

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En 1962 se firmó un nuevo contrato de explotación del tren. Desde este momento, Patentes Talgo pasó a ser una compañía más de las suministradoras de material a Renfe. Patentes Talgo, SA, se encargaba del mantenimiento, y además Renfe se obligaba a pagar un canon por cada kilómetro recorrido y aseguraba unos ingresos mínimos. Renfe cedía también gratuitamente los talleres de Aravaca, donde se efectúa el mantenimiento de los trenes, y se comprometía a indemnizar a Talgo en caso de rescisión de contrato. Las locomotoras KM Talgo fueron construidas por Babcock-Wilcox, empresa en la que participaban financieramente miembros de la familia Oriol.

Los beneficios de Patentes Talgo, SA, han sido importantes desde 1963. Las ganancias han ido subiendo desde cien millones de pesetas en ese año hasta 860 millones en 1975, y no han cesado de crecer.

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