Cartas al director

Lo radical

Acojo con agrado y esperanza la noticia publicada en ese periódico en este mismo día sobre la constitución en Madrid de un llamado grupo radical, deseado y esperado por, creo, muchos.Desgastadas ya las viejas opciones y alternativas políticas, que nunca han dejado de serio, va siendo hora de, cuando menos, fomentar y articular una acción social, directa y espontánea, que sea liberadora en sí misma, que tenga como principio una práctica audaz e imaginativa, y que haga converger proyecciones sociales individualmente entendidas.

Sin olvidar al hombre concreto, intentemos acercarnos a ese h...

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Acojo con agrado y esperanza la noticia publicada en ese periódico en este mismo día sobre la constitución en Madrid de un llamado grupo radical, deseado y esperado por, creo, muchos.Desgastadas ya las viejas opciones y alternativas políticas, que nunca han dejado de serio, va siendo hora de, cuando menos, fomentar y articular una acción social, directa y espontánea, que sea liberadora en sí misma, que tenga como principio una práctica audaz e imaginativa, y que haga converger proyecciones sociales individualmente entendidas.

Sin olvidar al hombre concreto, intentemos acercarnos a ese hombre con el que todos hemos soñado alguna vez, o, lo que quizá ahora sea más prioritario, alejémosle del oscuro destino que se nos anuncia, mediante una crítica radical y profunda.

No sabemos si hay un sitio donde ir; sólo sabemos que hay un sitio de donde salir. /

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