Los Juegos se acercan con cierto sabor a fracaso

Faltan menos de dos semanas para el comienzo de los Juegos de la XXII Olimpiada y la situación de deterioro continuo, planteada desde hace ya varios meses, tras la invasión soviética de Afganistán, ha seguido predominando. El sábado día 19, cuando a partir de las tres de la tarde se inicie la ceremonia de apertura y Leónidas Breznev, poco más tarde, declare inaugurados los Juegos, el ambiente olímpico vivirá los momentos más enrarecidos de su historia. La inversión de cerca de 30.000 millones de pesetas hecha por la URSS, el gigantismo con que quiso conmemorar el primer acontecimiento deportiv...

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Faltan menos de dos semanas para el comienzo de los Juegos de la XXII Olimpiada y la situación de deterioro continuo, planteada desde hace ya varios meses, tras la invasión soviética de Afganistán, ha seguido predominando. El sábado día 19, cuando a partir de las tres de la tarde se inicie la ceremonia de apertura y Leónidas Breznev, poco más tarde, declare inaugurados los Juegos, el ambiente olímpico vivirá los momentos más enrarecidos de su historia. La inversión de cerca de 30.000 millones de pesetas hecha por la URSS, el gigantismo con que quiso conmemorar el primer acontecimiento deportivo mundial, empezará a tener, sobre el terreno, cierto sabor a fracaso.

Los Juegos de Moscú en 1980 podían haber pasado a la historia como los más grandes en todos los sentidos si las consignas de paz a través del deporte no se hubieran mezclado con la guerra y la muerte en Afganistán. Sin embargo, la situación de deterioro, que comenzó a gestarse tras la intervención soviética, el 27 de diciembre del año pasado, en el golpe de Estado de Afganistán, condenada a nivel mundial, salvo por los países de su esfera, impedirá el éxito previsto. La retirada parcial soviética no ha cambiado nada.Veintitrés millones de metros cuadrados de carreteras construidos o arreglados; más de 2.000 calles; once estaciones terminales de ferrocarril reconstruidas, agrandadas o pintadas; 108 monumentos históricos restaurados; seiscientas placas olímpicas colocadas en lugares estratégicos; dos millones de flores plantadas; 170 plazas y bulevares ajardinados; 180 calles arboladas; 650 solares embellecidos al plantar hierba, árboles o flores-, treinta reproducciones con flores de los cinco aros olímpicos..., son algunas muestras del movimiento constante de la URSS en pro de «sus primeros Juegos». El programa cultural tendrá seiscientas obras de teatro, ópera y ballet. El famosísimo Bolshoi será centro del mundo artístico. Asimismo se celebrarán 450 exhibiciones circenses, teniendo como base el no menos conocido circo de Moscú. En total se llegará a los 1.800 conciertos y 113 exhibiciones en los distintos museos.

El problema será que si las cifras de turistas con que se especulaba llegaban a veces a los 300.000, quedarán reducidos (si es que alcanzan ese número) a los 75.000. Los problemas hoteleros que se presumían habrán quedado en nada. El control estricto, que también se ternía, de todos los visitantes, parece con ello facilitado, al igual que las condiciones de seguridad. Los hoteles son verdaderas fortalezas y más aún la villa olímpica recientemente inaugurada. Los registros pueden durar en ocasiones una hora. Si le han salido mal muchas cosas, en otras, como el terrorismo, no consentirá la más mínima licencia.

Problemas militares en el equipo español de baloncesto

La selección española de baloncensto salió ayer para Moscú, donde se enfrentará a la soviética mañana y pasado. Los partidos se jugarán en el mismo escenario del torneo olímpico, por lo que será una compensación -dada la calidad del rival y el sitito- al entrenamiento de feria seguido estos últimos días con cinco triunfos sin relieve ante la misma Universidad de St. Johns norteamericana. Con todo, parece que los problemas después de la elección tan pobre en los sparring continúan de forma un tanto extraña en una federación tan organizada siempre. Epi, puntal importantísimo como alero en la selección, no pudo viajar al no tener solucionada su situación militar. Saporta trata de arreglar su caso a toda prisa.

Por otra parte, y según era esperado, la selección de fútbol, profesional, pero dentro de la absurda legalidad vigente -no «actuantes» en el mundial-78- se confirmó que irá a Moscú. Los diecisiete jugadores fijos son: Buyo (Sevilla) y Agustín (Castilla), porteros; Juanito Y Espinosa (Castilla), Urquiaga y De Andrés (Ath. Bilbao), Gajate (Real Sociedad) y Quique (Atlético de Madrid), defensas; David y Joaquín (Spórting de Gijón), Güerri y Víctor (Zaragoza) y Zúñiga (Español), centrocampistas; Marcos (Atlético de Madrid), Urbano y Angel (Español) y Rincón (Real Madrid), delanteros. El equipo probable debe ser: Buyo; Juanito, Gajate, De Andrés, Quique; Joaquín, David, Güerri, Víctor; Marcos y Rincón.

España jugará en Kiev y Leningrado con la RDA, actual campeón olímpico, como rival muy fuerte -contra él será el primer partido-, Siria y Argelia. La gran favorita del torneo, no obstante, será la URSS, que acaba de ganar en Maracaná (Río de Janeiro), a Brasil, por 2-1, dentro de su preparación.

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