Los payasos de la "tele "

El otro día tuve ocasión de ver con mis sobrinos la historieta que al final de su programa realizaron «los payasos de la tele», y, sencillamente, me quedé asustado de la falta de ética y sensibilidad, entre otras cosas, que tienen los mismos con su numeroso público semanal. Siempre he pensado que estos payasos tienen una ideología muy clara y que no tienen ningún reparo en mostrársela a los millones de niños a que se dirigen (seguramente por ello llevan tanto tiempo en Televisión). Algunas de sus canciones- - Una niña fue a jugar... por ejemplo- creo que son opuestas a cualquier campaña...

El otro día tuve ocasión de ver con mis sobrinos la historieta que al final de su programa realizaron «los payasos de la tele», y, sencillamente, me quedé asustado de la falta de ética y sensibilidad, entre otras cosas, que tienen los mismos con su numeroso público semanal. Siempre he pensado que estos payasos tienen una ideología muy clara y que no tienen ningún reparo en mostrársela a los millones de niños a que se dirigen (seguramente por ello llevan tanto tiempo en Televisión). Algunas de sus canciones- - Una niña fue a jugar... por ejemplo- creo que son opuestas a cualquier campaña feminista que se haga o a las que el propio Gobierno realizó al respecto en la pequeña pantalla.En la película corta del último programa los tiros iban por otro lado. Un timador profesional le ofrece a Miliki un supuesto crecepelo y su exclusiva de venta en la provincia de Barcelona, a cambio de 50.000 pesetas. Previo abono de la cantidad fijada -pagada entre Miliki y Fofito-, el timador entregaría la «fórmula secreta» y una muestra del producto. La catastrófica demostración descubrirá la estafa a los protagonistal, y la «salida» de Miliki antesu atónito público admirador remataría el infortunio de la historieta: se irá al mismo parque donde fue engañado y tratará de recuperarle. del mismo convirtiéndose en timador.

Si un día tengo hijos y estos «payasos» continúan en Televisión, no dudaré en desaconsejar su visión y en calificar al famoso cuarteto de producto nocivo para una educación limpia y democrática. /