Tribuna:

Suben los índices

La Bolsa de Madrid, o mejor dicho, los cuidadores de la Telefónica, decidieron sumarse por su cuenta a los festejos isidriles, quebrando la pertinaz línea descendente del mercado madrileño, mantenida sin interrupción a lo largo de dieciséis sesiones, y consiguieron forzar una mejora de diecisiete centésimas en el índice general de la sesión de ayer.Esta circunstancia vuelve a poner de manifiesto la vieja evidencia de que el índice general de la Bolsa, conforme se entiende en nuestros mercados, y los porcentajes de ponderación asignados a los distintos valores no ofrecen, como sería de desear, ...

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La Bolsa de Madrid, o mejor dicho, los cuidadores de la Telefónica, decidieron sumarse por su cuenta a los festejos isidriles, quebrando la pertinaz línea descendente del mercado madrileño, mantenida sin interrupción a lo largo de dieciséis sesiones, y consiguieron forzar una mejora de diecisiete centésimas en el índice general de la sesión de ayer.Esta circunstancia vuelve a poner de manifiesto la vieja evidencia de que el índice general de la Bolsa, conforme se entiende en nuestros mercados, y los porcentajes de ponderación asignados a los distintos valores no ofrecen, como sería de desear, un fiel reflejo de la realidad.

Porque la realidad es que, aparte de la subida de 1,25 puntos del monopolio telefónico, prácticamente todo ha continuado igual. Los bancos se mantuvieron en función a complicados equilibrios en las tres Bolsas por encima del listón del 200%, atendiendo en el mercado madrileño sólo el 30% del papel que les ofertaban.

Las eléctricas mantuvieron su buen tono y un activo ritmo de negocio, activo para los tiempos que corren, por supuesto, y, en general, se apuntaban algunos cuartillos de mejora, presentando unos cierres entonados. A nivel, anecdótico, diremos que Dragados, en una demostración de moral digna de aplauso, ha recuperado su vieja costumbre de publicar dinero al cierre, a pesar de que últimamente acostumbra a obsequiar a sus incondicionales con precios mínimos históricos casi a diario.

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