Casi un 11% bajó la peseta con respecto a las monedas de la CEE

La posición efectiva de la peseta ha perdido en el espacio de tiempo comprendido entre los últimos días de abril-primeros de mayo de 1979, y la semana que terminó ayer, viernes 2 de mayo, un 10,86% con respecto a las monedas de la CEE, un 9,36% en relación con las de los países desarrollados y un 8,45% frente al total mundial.En efecto, en esta última semana el índice de posición efectiva (en media semanal de datos diarios) era de 72,56 frente a las monedas comunitarias (81,40 en la semana equivalente del año anterior), de 77,64 frente a las monedas equivalentes de los países desarrollados, es...

La posición efectiva de la peseta ha perdido en el espacio de tiempo comprendido entre los últimos días de abril-primeros de mayo de 1979, y la semana que terminó ayer, viernes 2 de mayo, un 10,86% con respecto a las monedas de la CEE, un 9,36% en relación con las de los países desarrollados y un 8,45% frente al total mundial.En efecto, en esta última semana el índice de posición efectiva (en media semanal de datos diarios) era de 72,56 frente a las monedas comunitarias (81,40 en la semana equivalente del año anterior), de 77,64 frente a las monedas equivalentes de los países desarrollados, es decir, las cotizadas en el mercado de Madrid (85,66 el año pasado) y de 84,63 frente al total mundial.

Por otra parte, y sólo por lo que se refiere a la semana que termina, en comparación con la anterior, el índice de posición de la peseta muestra una baja del 1,35% frente a las monedas de la CEE, del 0,98 frente a las divisas cotizadas en el mercado de Madrid y del 0,52% frente al total mundial.

Tomando en consideración la variación de la unidad monetaria española en lo que va transcurrido de este año, se observa una baja del 3,28 % frente a las monedas de los países comunitarios, del 4,25 % frente a las divisas de los países desarrollados y del 5,02% en comparación con el total mundial.

A título de comparación, en la misma época de 1979, es decir, en los cuatro primeros meses de dicho año, la peseta española mostraba una apreciación del 9,53 % en relación a las divisas de la CEE, del 0,23%, frente a los países desarrollados, y del 8,20% en comparación con el total mundial.