Discrepancias sobre el cobro del aparcamiento a los residentes de la zona centro

La necesidad de cobrar una tasa a los residentes de la zona centro por aparcar su vehículo en la calle y la fijación de la cuantía de ésta en 3.000 pesetas serán los principales puntos que discutirán los concejales del Ayuntamiento a partir de la próxima semana.

Frente a los que mantienen que esa tasa permitiría la autofinanciación del servicio, otros han expresado ya sus dudas sobre lo negativo que es crear un nuevo impuesto municipal. Frente a esta diferencia de criterios parece existir unanimidad en cobrar una tasa a los no residentes, que, según el anteproyecto de la ordenanza fisca...

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La necesidad de cobrar una tasa a los residentes de la zona centro por aparcar su vehículo en la calle y la fijación de la cuantía de ésta en 3.000 pesetas serán los principales puntos que discutirán los concejales del Ayuntamiento a partir de la próxima semana.

Frente a los que mantienen que esa tasa permitiría la autofinanciación del servicio, otros han expresado ya sus dudas sobre lo negativo que es crear un nuevo impuesto municipal. Frente a esta diferencia de criterios parece existir unanimidad en cobrar una tasa a los no residentes, que, según el anteproyecto de la ordenanza fiscal, será de quince pesetas por cada media hora o fracción.El proyecto municipal de cobrar una tasa a todos los conductores que aparquen sus vehículos en la zona centro puede sufrir importantes cambios en los próximos meses, ante las numerosas implicaciones de la medida. Aparte de los problemas administrativos para la aprobación de la ordenanza y de los que se deriven del trasvase de personal de la EMT al nuevo servicio de vigilancia, los responsables de Circulación tendrán que establecer las competencias de los nuevos vigilantes, su integración o no en una empresa municipalizada y sus responsabilidades. A la solución que se dé a estos puntos habrá que añadir la que se tome a posteriori, cuando se vea la auténtica repercusión de la medida en la zona que se elija, ya que uno de los temas que más preocupa es el desconocimiento del número exacto de plazas de aparcamiento o de la demanda que se producirá de las mismas.

Sin embargo, con ser importantes los puntos citados, el principal tema de discusión en los próximos días parece que va a ser la necesidad o no de cobrar una tasa a los residentes por dejar su vehículo en la calle; para aquellos que en principio están de acuerdo, el debate parece que será sobre la cuantía de la tasa.

La medida, a una semana de que comience la discusión de la ordenanza por parte de la comisión informativa, y a un mes de que el anteproyecto definitivo vaya en el orden del día del pleno municipal, es defendida por algunos técnicos y concejales como necesaria. «Dar un abono anual a los residentes de forma gratuita echaría por tierra la medida municipal, ya que el número de residentes que lo pedirían sería falso y no permitiría hacer un análisis en profundidad del resultado».

Menos plazas que ocupantes

A pesar de estas salvedades, los responsables de Circulación saben que el número de plazas de aparcamiento es inferior al de los ocupantes potenciales, aunque no pueden determinar por el momento qué déficit existirá.La tabla de salvación de la medida parece que residirá en la movilidad de los vehículos, que, según la idea municipal, permitirá a los conductores encontrar una plaza de aparcamiento con más facilidad. En caso de que los residentes se encontraran con que la situación es similar a la sufrida en la actualidad, se podría tomar una segunda medida especial y complementaria, consistente en la delimitación de unas zonas y unas calles para residentes y el resto para los no residentes.

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Sobre la cuantía de la tasa que tendrán que pagar los residentes, el anteproyecto fija que, además de la tasa anual de 3.000 pesetas, existirán unas tarifas trimestrales y mensuales para los residentes temporales, tales como viajantes, estudiantes y otros.

Según pudo saber EL PAIS, estas tarifas serán de mil pesetas al trimestre y quinientas pesetas por mes. Frente a los que defienden el cobro de estas cantidades, han surgido ya opiniones contrarias «ante lo negativo que sería crear un nuevo impuesto sobre el automóvil». Estas mismas fuentes reconocen, por otra parte, que la medida permitiría reducir el déficit de la EMT y mejorar el transporte público.

La disminución del citado déficit se lograría mediante el trasvase de unos 1.200 empleados de la EMT al nuevo servicio de vigilancia, número que, al parecer, resultaría excesivo, ya que se cree que con quinientas personas para los dos turnos sería suficiente.

De aceptarse esta cantidad como límite, se podría vigilar una zona de 25.000 plazas, cuyos límites serían más amplios que los que se adoptaron las pasadas navidades en una zona en la que había plazas para unos 15.000 vehículos. Las responsabilidades de estos vigilantes es otro de los puntos aún sin concretar; según parece, dependerán de la Delegación de Circulación, aunque trabajarán en unión de la Policía Municipal, a la que denunciarán las infracciones que se cometan. Las sanciones por aparcar sin tarjeta o por exceder el tiempo permitido serán las que actualmente contempla el Código.

Si el tema de imponer una tasa a los residentes de la zona que se determine está aún en discusión, hay completa unanimidad en cobrar a aquellas personas no residentes que se trasladen al centro de la capital con su vehículo. Las tarifas que recoge el anteproyecto son de quince pesetas por cada media hora o fracción.

Las tarjetas para utilizar la plaza se quieren vender en estancos, casetas de la EMT, bancos y cajas de ahorro.

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