Ensidesa comienza a desmantelar sus instalaciones de La Felguera
La dirección de Ensidesa ha iniciado sus contactos con los representantes de los trabajadores para el cierre, este año, del tren de chapa y el tren de estructurales de La Felguera (Langreo), dentro del plan de desmantelamiento definitivo de las instalaciones siderúrgicas de la zona, cuyo final está previsto para dentro de tres años.
La paralización de estos dos trenes afectará a setecientos de los 1.800 trabajadores de Ensidesa-La Felguera que serán trasladados a Gijón, Avilés y Mieres, o jubilados.
De momento se mantendrá el funcionamiento de las baterías y el horno alto. En...
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La dirección de Ensidesa ha iniciado sus contactos con los representantes de los trabajadores para el cierre, este año, del tren de chapa y el tren de estructurales de La Felguera (Langreo), dentro del plan de desmantelamiento definitivo de las instalaciones siderúrgicas de la zona, cuyo final está previsto para dentro de tres años.
La paralización de estos dos trenes afectará a setecientos de los 1.800 trabajadores de Ensidesa-La Felguera que serán trasladados a Gijón, Avilés y Mieres, o jubilados.
De momento se mantendrá el funcionamiento de las baterías y el horno alto. Ensidesa tiene previsto el cierre total de las instalaciones siderúrgicas de Mieres y La Felguera para concentrar su producción en Avilés y Gijón.
En Mieres se han iniciado ya algunas obras, como contrapartidas al desmantelamiento industrial, tales como la de creación de un taller de reparaciones de vagones de Ensidesa, que aportará 131 puestos de trabajo; un taller de reconversión por soldadura, en el que participará Ensidesa con el 51% del capital y la iniciativa privada con el 49%.
También estará prevista la construcción de un taller de reparaciones generales, aunque se ignora la fecha del comienzo de las obras. Estos talleres darán trabajo a 375 personas.
El plan del Ministerio de Industria prevé el traslado a la planta de Avilés de los 720 trabajadores de Ensidesa-M¡eres, algunos de los cuales serán jubilados, la creación de más de trescientos puestos de trabajo y la urbanización del resto de los terrenos de la vieja fábrica para dejarlos a disposición del ayuntamiento a un precio simbólico. No han trascendido aún las contrapartidas que recibirá Langreo como consecuencia de la clausura de sus instalaciones siderúrgicas.