El triunfo de los partidos nacionalistas vascos, otro serio revés para el Gobierno de UCD

Una no disimulada preocupación era visible anoche en los círculos gubernamentales tras la confirmación de los resultados de las elecciones al Parlamento vasco, que arrojaron una abultada victoria para las fuerzas nacionalistas (PNV, HB y EE). Los partidos de ámbito estatal sufrieron por su parte serios descensos. Fuentes cercanas al ejecutivo señalaron lo inesperado de dichos resultados e insistieron en la necesidad de evitar que fueran utilizados por fuerzas extremistas para combatir el sistema democrático de libertades. Lo que algunos consideran ya como una catástrofe de UCD en el País Vasco...

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Una no disimulada preocupación era visible anoche en los círculos gubernamentales tras la confirmación de los resultados de las elecciones al Parlamento vasco, que arrojaron una abultada victoria para las fuerzas nacionalistas (PNV, HB y EE). Los partidos de ámbito estatal sufrieron por su parte serios descensos. Fuentes cercanas al ejecutivo señalaron lo inesperado de dichos resultados e insistieron en la necesidad de evitar que fueran utilizados por fuerzas extremistas para combatir el sistema democrático de libertades. Lo que algunos consideran ya como una catástrofe de UCD en el País Vasco sucede después de los resultados también adversos en el referéndum andaluz y a sólo once días de las elecciones para el Parlamento de Cataluña, ante las que los sondeos de opinión indican también muy malas perspectivas para UCD. La política autonómica del presidente Suárez es hoy el blanco de las críticas de los partidos de oposición -notablemente el PSOE- y de sectores de la propia UCD.

El Partido Nacionalista Vasco consiguió una decisiva victoria en las elecciones al Parlamento autónomo, celebradas el pasado domingo, que le proporcionan veinticinco de los sesenta escaños del mismo y consolidan su fuerza electoral. Más de dos tercios del Parlamento de Euskadi estará compuesto por miembros del PNV y fuerzas abertzales. Excepto Alianza Popular, los partidos de «ámbito estatal» han sufrido importantes retrocesos, sobre todo UCD. Adolfo Suárez envió ayer un telegrama al presidente del PNV, Carlos Garaikoetxea, en que le felicita por los resultados conseguidos y le ofrece una «intensa colaboración ».Casi todos los políticos vascos coinciden en tres puntos de reflexión: el elevado índice de abstención del pasado domingo -41% en el conjunto de Euskadi-, el fracaso rotundo de Unión de Centro Democrático y la consolidación de las posiciones nacionalistas y abertzales. Todos los análisis se muestran de acuerdo en que la abstención ha perjudicado principalmente a los partidos de «ámbito estatal», y sobre todo a UCD y al PSOE. Herri Batasuna se configura, desde ahora, como la segunda fuerza electoral de Euskadi.

La primera reacción del líder nacionalista, Carlos Garaikoetxea, a los resultados de las elecciones fue de cierta incredulidad ante lo sucedido: «No esperábamos esta victoria tan rotunda», confesó en sus primeros comentarios. Poco después matizó su posición con las siguientes palabras: «Euskadi es cada día más nacionalista, porque cada día es más consciente de su conciencia nacional vasca. Los resultados de estas elecciones evidencian que el partido del Gobierno no ha llevado en Euskadi una política acertada.»

Asimismo, Garaikoetxea adelantó que «se han producido las condiciones que posibilitan, en este momento, un Gobierno monocolor», refiriéndose a los resultados alcanzados por su propio partido. Si Herri Batasuna mantuviera su intención de no acudir al Parlamento vasco, el PNV tendría la mayoría de facto; y aunque los diputados de HB se sienten en sus respectivos escaños, la posición del PNV es cómoda como para que cualquier solución política pase necesariamente por dicho partido.

Txiki Benegas, secretario general del PSOE de Euskadi, interpreta los resultados como «un triunfo de la derecha», y considera preocupante el porcentaje de abstención, «porque significa que cerca de la mitad de los censados en este país se han quedado en casa, en una elección trascendental».

Herri Batasuna, por su parte, considera que el respaldo recibido es un apoyo a «nuestra línea política de ruptura con el franquismo reformado, que ha quedado así consolidada», al mismo tiempo que anuncia la imposibilidad de «converger con el PNV», en lo que constituye un desmentido a la posibilidad de un frente abertzale. Igualmente han reiterado qué «hoy por hoy» no acudirán al Parlamento.

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