Tensión y expectativa en Rodesia a la espera de los resultados electorales

Un período de tensión y expectativa se inicia hoy, sábado, en Rodesia, tras la conclusión ayer de tres días de elecciones generales, que culminarán a finales de marzo con la proclamación oficial de independencia de la colonia británica y la entrega del poder al primer Gobierno independiente del nuevo Zimbabwe.

El resultado de las elecciones se anunciará oficialmente el próximo martes, a las nueve de la mañana, por el registrador general rodesiano, John Pope-Simmons, ante los 283 observadores internacionales y cerca de setecientos periodistas.La votación ha constituido un récord de asist...

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Un período de tensión y expectativa se inicia hoy, sábado, en Rodesia, tras la conclusión ayer de tres días de elecciones generales, que culminarán a finales de marzo con la proclamación oficial de independencia de la colonia británica y la entrega del poder al primer Gobierno independiente del nuevo Zimbabwe.

El resultado de las elecciones se anunciará oficialmente el próximo martes, a las nueve de la mañana, por el registrador general rodesiano, John Pope-Simmons, ante los 283 observadores internacionales y cerca de setecientos periodistas.La votación ha constituido un récord de asistencia, ya que acudió a las urnas más del 90% de los 2.885.000 electores potenciales.

Bajo la vigilancia del centenar de supervisores británicos y de los observadores internacionales, las urnas, cerradas y lacradas, serán transportadas hoy desde los 656 colegios a las ocho capitales de los distritos electorales, para proceder al recuento mañana, domingo.

A partir de ahora, todo son conjeturas y cábalas en torno a los resultados electorales. Todos los partidos, hasta los más pequeños de los nueve contendientes, han expresado su convicción de que podrían gobernar en solitario, para lo que se precisa, de acuerdo con la Constitución, 51 de los cien escaños de la Cámara baja.

Pero es evidente que esas declaraciones no constituyen sino expresión de unos deseos. La batalla verdadera se libra entre el ZANU, de Robert Mugabe; el Frente Patriótico, de Joshua Nkomo, y el Consejo Nacional Africano Unido, del obispo Abel Muzorewa. Y es muy posible que, ante la ausencia de una mayoría absoluta, sea el veterano líder nacionalista Joshua Nkoino el que decida en una coalición el fiel de la balanza.

Nkoino ha mostrado hasta ahora una extraordinaria cautela en el tema de una posible coalición poselectoral y ha esquivado las preguntas que le han sido dirigidas en ese sentido, alegando que su partido se ha presentado a las elecciones para ganar y no para formar una coalición. No así Robert Mugabe, quien en repetidas ocasiones ha manifestado que, sea cual fuere el número de diputados que obtenga el ZANU, buscará siempre una coalición gubernamental con sus aliados naturales, los miembros del Frente Patriótico de Nkomo.

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En realidad, el proceso rodesiano es único en la historia de la descolonización africana, por la existencia de dos dirigentes nacionalistas de fuerte arraigo en las respectivas zonas tribales del país. Y es único también por el hecho de que en Rodesia se produjo el único levantamiento de la minoría blanca contra la potencia colonial, con la declaración unilateral de independencia realizada por lan Smith, en 1965.

La campaña electoral ha sido violenta, en medio de una gran intimidación contra la población local realizada por todos los partidos y las fuerzas de seguridad y en medio de fuertes críticas a la labor británica. El gobernador general lord Soames ha sido el blanco de las críticas.

En una breve declaración exclusíva a EL PAÍS, lord Soames ha manifestado que «todo aquel que se sienta en un avispero debe esperar ser criticado». Y más adelante, añadió: «Aunque me conforta el hecho de que las críticas vengan de todas las partes, y no de una sola. No me quejo. Pero espero que la gente comprenda que el acuerdo que tengo que poner en vigor es el que se firmó en las conversaciones de la Lancaster House y no el acuerdo que hubieran deseado obtener éste o aquel partido.»

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