Gran afluencia de votantes en el primer día de votaciones rodesianas

ENVIADO ESPECIAL, Con una afluencia masiva de votantes, en medio de una tranquilidad absoluta y con el ambiente festivo típico de toda concentración de masas africanas, dieron comienzo ayer las elecciones generales rodesianas para elegir el primer Gobierno democrático y mayoritario del nuevo Zimbabwe (Rodesia).

Los 656 colegios electorales, situados en las ocho provincias o distritos electorales, abrieron sus puertas a las siete de la mañana, pero varias horas antes de la apertura la multitud formaba en largas colas para depositar su voto.Los 2.885.000 electores mayores de dieciocho año...

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ENVIADO ESPECIAL, Con una afluencia masiva de votantes, en medio de una tranquilidad absoluta y con el ambiente festivo típico de toda concentración de masas africanas, dieron comienzo ayer las elecciones generales rodesianas para elegir el primer Gobierno democrático y mayoritario del nuevo Zimbabwe (Rodesia).

Los 656 colegios electorales, situados en las ocho provincias o distritos electorales, abrieron sus puertas a las siete de la mañana, pero varias horas antes de la apertura la multitud formaba en largas colas para depositar su voto.Los 2.885.000 electores mayores de dieciocho años con derecho a voto elegirán los ochenta diputados, de una Cámara baja de ciento, asignados a la población negra. Los otros veinte, asignados a los 220.000 blancos del país, fueron elegidos el pasado día 15, y la elección constituyó un verdadero «copo» para el Frente Rodesiano del ex primer ministro lan Smith. De acuerdo con los términos de la Constitución aprobada en las conversaciones de la Lancaster House, los blancos seguirán votando en listas separadas a lo largo de dos legislaturas, es decir, diez años.

Los colegios electorales cierran a las siete de la tarde en las zonas urbanas y suburbiales, y a las cuatro, en las urbanas, los tres días que duran las votaciones. Los resultados oficiales se anunciarán el martes 4 de marzo.

El enviado especial de EL PAIS recorrió cinco colegios electorales situados en la zona tribal Ze Seke -que, como todas, lleva el nombre del jefe más importante de la tribu-, a unos veinticinco kilómetros de la capital, Salisbury. La zona de Seke pertenece al distrito electoral de Mashonaland East y contará con una representación de dieciséis diputados en la Cámara baja.

La zona de Seke tiene aproximadamente 150.000 electores, agrupados en varios poblados, en una extensión de unos veinte kilómetros cuadrados. Los poblados están formados por hileras de casas de bloques de cemento recubiertos por tejados de uralita, con un pequeño jardín delante. En casi todas las casas existe un transistor Y se puede contar aproximadamente una antena de televisión por cada diez casas. En la zona existen dieciocho escuelas, cuatro clínicas y una estación de policía. Los colegios electorales visitados se encontraban situados en las escuelas primarias. Los habitantes de los poblados, que pertenecen en su totalidad a la tribu Shona, pagan un romedio de trece dólares rodesianos (unas 1.300 pesetas) mensuales por la casa, precio que se incrementa en dos dólares si tienen electricidad.

Hay que tener en cuenta que el sueldo de un camarero de hotel es de 75 dólares, sin propinas, y que el kilo de la carne más cara cuesta un dólar setenta centavos (unas 160 pesetas).

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En el primer colegio electoral visitado, situado en la escuela católica St. Mary, una enorme cola de cerca de medio kilómetro de longitud, formada totalmente por mujeres, esperó, acompañándose con palmas y danzas rítmicas, su torno para votar. Muchas de ellas, de edad mediana y madura, llevaban la camisa con el signo del UANC, el partido del obispo Abel Muzorewa, confirmando el pronóstico que me hacía un taxista en Salisbury de que las mujeres siempre votan «a los hombres de Iglesia». Los hombres, la mayoría trabajadores en la capital, votaron a su regreso del trabajo o durante la hora del almuerzo, en Salisbury.

Un par de reservistas de la policía montaba la guardia ante el colegio electoral. Dentro sólo se permite la entrada a los votantes, a dos representantes por partido y a los funcionarios electorales. La seguridad en el interior del colegio corre a cargo de un impertérrito policía que forma parte de la fuerza de 574 bobbies traídos de Gran Bretaña para garantizar la pureza del voto.

Los votantes son registrados antes de entrar en el colegio, por si portan armas. A la entrada al edificio extienden las manos ante la pantalla de rayos ultravioleta, que registrará inmediatamente, por medio de un brillo especial, si han votado anteriormente. A continuacion sumerjen las manos en un líquido incoloro, que permanecerá durante una semana e impedirá la duplicidad del voto, y, por último, se les entrega la lista de los nueve partidos que concurren a las elecciones.

El votante se dirige entonces a una cabina donde pone una cruz en la casilla asignada al partido de su preferencia, para concluir el proceso introduciendo la papeleta doblada en la urna cerrada con candado protegido por una bolsa de plástico lacrada. Las urnas serán custodiadas por la noche por los agentes británicos, que dormirán con ellas. El recuento se realizará a partir del día 1 en las capitales de los distritos provinciales.

En el resto de los colegios visitados, otros cuatro, el panorama era el mismo, pero estaba claro que los votantes, en su mayoría hombres y mujeres jóvenes, eran partidarios de Robert Mugabe.

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