Elecciones en el Colegio de Licenciados

Ante el artículo sin firmar que aparece en EL PAÍS de fecha 17 de febrero de 1980, página 25, bajo el encabezamiento «Hoy se celebran elecciones en el Colegio de Licenciados de Madrid», mi primera intención fue no tomarlo en cuenta por su falta de nivel y equilibrio, pero mi estimación de EL PAÍS como medio de comunicación serio, me inclina a mandarle esta nota.Cuando un profesional de la información quiere dar una noticia ponderada e imparcial, debe oír y tener en cuenta a las dos partes, siempre que haya competencia. EL PAÍS, en este caso, ha oído sólo a una y además ha tomado partido. El co...

Ante el artículo sin firmar que aparece en EL PAÍS de fecha 17 de febrero de 1980, página 25, bajo el encabezamiento «Hoy se celebran elecciones en el Colegio de Licenciados de Madrid», mi primera intención fue no tomarlo en cuenta por su falta de nivel y equilibrio, pero mi estimación de EL PAÍS como medio de comunicación serio, me inclina a mandarle esta nota.Cuando un profesional de la información quiere dar una noticia ponderada e imparcial, debe oír y tener en cuenta a las dos partes, siempre que haya competencia. EL PAÍS, en este caso, ha oído sólo a una y además ha tomado partido. El conjunto de la noticia es difamatoria para José Luis Negro y la candidatura profesional, y está realizado con una serie de retazos de verdades, inexactitudes y falsedades.

Debe informarse EL PAÍS de qué federación de sindicatos soy presidente, porque no lo sabe (el error de sus comunicantes se trasluce de nuevo); debe informarse si sigo siendo presidente de esa organización, a la que parece alude, y, por fin, debe informarse de que en la actual junta de gobierno electa del Colegio de Licenciados hay trece personas y no una. EL PAÍS, antes de escribir esa nota, debía haberme preguntado, así como a los demás componentes, si estuvieron o no en el debate del día 13, porque sí estuvieron, y al ver a 31 personas (de 15.000 colegiados), después de cinco minutos estériles se fueron.No hay más que leer el artículo para desear que en este punto de la educación EL PAÍS alcance el nivel que en el resto tiene, por el bien de sus lectores.