Gente

Angel Zapata Yuste

38 años, acabó en el calabozo por cumplir un acto que consideraba piadoso. Angel, que habita en un establecimiento de beneficencia de Murcia, entró en una panadería, pidió pan, dijo que no tenía dinero para pagar y, mientras una cliente se hacía cargo del importe de su compra, aprovechó para descolgar el cuadro del Sagrado Corazón que colgaba de una de las paredes de la tienda. Angel huyó a tiempo y llevó consigo la pintura de la imagen. «Una panadería no es el lugar más indicado para tener una imagen sagrada», declaró a la policía, que, siguiendo la pista, dio con él y con el objeto ro...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

38 años, acabó en el calabozo por cumplir un acto que consideraba piadoso. Angel, que habita en un establecimiento de beneficencia de Murcia, entró en una panadería, pidió pan, dijo que no tenía dinero para pagar y, mientras una cliente se hacía cargo del importe de su compra, aprovechó para descolgar el cuadro del Sagrado Corazón que colgaba de una de las paredes de la tienda. Angel huyó a tiempo y llevó consigo la pintura de la imagen. «Una panadería no es el lugar más indicado para tener una imagen sagrada», declaró a la policía, que, siguiendo la pista, dio con él y con el objeto robado.

Archivado En