Tetuán, un barrio madrileño que lucha por mantener su fisonomía

Con su siglo largo de historia, sus 200.000 habitantes y sus 30.000 infraviendas, Tetuán es aún hoy uno de los pocos barrios de Madrid que conservan su fisonomía de pueblo distinto y casi autónomo. Sus múltiples asociaciones luchan por mantener su propia identidad frente a la invasión uniformadora de la gran ciudad. Y para ello no han escatimado esfuerzos: editan folletos del barrio, acaban de publicar un libro sobre su historia, proyectan una revista semanal, plantean la batalla por que las autopistas de trazado urbano no terminen por echarles de donde ahora viven y tienen hasta su propio gru...

Con su siglo largo de historia, sus 200.000 habitantes y sus 30.000 infraviendas, Tetuán es aún hoy uno de los pocos barrios de Madrid que conservan su fisonomía de pueblo distinto y casi autónomo. Sus múltiples asociaciones luchan por mantener su propia identidad frente a la invasión uniformadora de la gran ciudad. Y para ello no han escatimado esfuerzos: editan folletos del barrio, acaban de publicar un libro sobre su historia, proyectan una revista semanal, plantean la batalla por que las autopistas de trazado urbano no terminen por echarles de donde ahora viven y tienen hasta su propio grupo degofflos anónimos, porque la diversión es también parte importante de la vida en este lugar.

Las primeras casas del barrio de Tetuán se edificaron hacia 1860, cerca del límite de los antiguos términos municipales de Chamartín de la Rosa y Madrid. Su desarrollo fue tan rápido que en 1880 se trasladó al barrio la sede del Ayuntamiento de Chamartín, al que pertenecía. Tetuán tenía iglesia desde 1863, plaza de toros desde 1870 (hoy desaparecida), y en 1873 se inauguró la primera escuela. También contaba con prensa local y festividades propias.En la actualidad constituye un barrio popular y lleno de vida, que conserva gran parte de su independencia, donde, como contaba el pregón de las fiestas, podemos encontrar» .

«Niños, macarras, señoras, currantes y pensionistas,/y un ejército de ratas entre las alcantarillas./Abajo, en Carmen Portoles, un grupo de chabolistas, /muchos perros, muchos gatos, de razas indefinidas; /y tiestos en cada ventana, para alegrarnos la vista. »

30.000 infraviviendas

Su estructura, con casas bajas y calles estrechas y adoquinadas, favorece un tipo de vida -casi exótico en el trasiego habitual de Madrid- donde todos se conocen y relacionan. Conserva, mientras le dejen, una fisonomía propia y unas tradiciones en las que todos participan. El Rastrillo de los domingos mantiene todavía ese sabor de posguerra, de trapicheo sin adulterar, en el que todo el vecindario interviene alegremente, ya sea para vender o para llevarse a casa cualquiera de los objetos inverosímiles que se ofrecen. Y es que las actividades en este barrio, tradicionalmente rojo, donde el desarrollo de la conciencia social es muy elevado, son múltiples y variadas. La gente participa, tomando parte activa frente a los distintos problemas que tiene planteados. Así, por ejemplo, se distribuyeron rápidamente una serie de folletos informativos, realizados gracias a los cinco millones y medio que Coplaco concedió al PAI de Tetuán, en los que se explican distintos aspectos del mismo. Planeamiento, vivienda, transporte y dotaciones son los títulos de cada uno de estos cuadernos. que componen una imagen bastante completa de la situación actual del barrio, amenazado por la expansión especulativa de la calle de Orense y el centro Azca y la construcción de grandes autopistas urbanas que lo fraccionarán en núcleos aislados. Las expropiaciones, inevitables en este tipo de procesos, provocarán además la expulsión de gran número de personas del barrio, carente, por otra parte, de las dotaciones necesarias para sus casi 200.000 habitantes y con un grave problema de alojamiento, ya que hay más de 30.000 infraviviendas, repartidas entre chabolas y edificios en mal estado, que carecen de los servicios adecuados.

En estos folletos figuran, asimismo, una serie de «posibles alternativas», que, de no existir tantos intereses creados, supondrían una actuación realista para solucionar, en colaboración con organismos públicos, estos problemas. Los cuadernillos se cierran con unas páginas en blanco, destinadas a las opiniones y sugerencias del lector. Una buena iniciativa que debería dar sus frutos,

Contra las autopistas

Por su parte, la Asociación de Berruguete- Rastrillo, en unión con grupos ecologistas, ateneos libertarios, y otras veintitrés asociaciones de vecinos, ha creado la Coordinadora de Afectados MOPUAyuntamiento, que, en su afán informativo cara al vecindario, ha editado unas hojas donde, además de resumir y explicar la gestación del Plan Viario fruto del convenio y las repercusiones que supondrá sobre los barrios afectados, hace una serie de propuestas concretas. En ellas pide, en primer lugar, una moratoria de seis meses de la totalidad del convenio para información y participación pública (inexistente en la actualidad), supresión de las obras de mayor envergadura, clasificadas como «grandes» y «mediartas» en función del gasto necesario para su realización, y reconsideración del con unto del planeamiento que, según la coordinadora, es obsoleto en las circunstancias actuales, ya que con el convenio se favorece el crecimiento indiscriminado de Madrid, la especulación del suelo y el uso masivo del transporte privado. Por último, exige una auténtica participación vecinal en la concreción y control de la política de transporte.

Vemos, pues, dos botones de muestra del nivel de interés y participación de lo$ habitantes en los asuntos del barrio, actividades que le vienen de antiguo, pues ya tenía prensa propia hace cincuenta años, ya qué siempre ha dispuesto de una serie de elementos que favorecen su independencia y su identidad. Hoy en día no se limita a actividades entroncadas exclusivamente dentro de la lucha ciudadana, sino que también es sede de numerosas asociaciones de todo tipo, desde peñas deportivas o excursionistas, obíjetores de conciencia, e incluso un grupo de jóvenes, autodenominado IGUA (Instituto de Golfos Unidos Anónimos), con sede en el bar Pepe de la calle del Naranjo, que edita su propia revista, de la que ya han aparecido cinco números, incluyendo un extra.

La historia del barrio

La muestra más reciente por lle var adelante distintas iniciativas la tenemos en el acto de presentación del libro Historia de nuestro Tetuán, que tuvo lugar el pasado viernes en el colegio Juan Ramón Jiménez de este barrio, cuyo autor, Antonio Hermoso de Mendoza, publicó por primera vez en 1929 bajo el título Monografia geográfico-hislórico de Chamartín de la Rosa.

Desde entonces ha sido conservado como oro en paño por los vecinos y reeditado en la actualidad, con dedicatoria al excelentísimo señor gobernador de la provincia de Madrid, por la Asociación de Berruguete-Rastrillo y el Aula Cultural La Almenara.

Los ejemplares, buenas reproducciones del original, contienen una información interesante y divertida sobre multitud de aspectos de este término municipal, que van desde las facetas geográficas, agricultoras y ganaderas al análisis social, carácter y tipo de los habitantes, fiestas y juegos, y una galería de ilustres tetuaneros, así como información sobre industria o comercio, y un catálogo de edificios interesantes, prensa local, e incluso fauna y flora, hoy ya desaparecidas bajo el asfalto, aunque todavía se puede observar por la calle de Marqués de Viana algún digno propietario paseando su oveja.

La edición de este libro, que se pondrá a la venta al precio de cien pesetas, entronca dentro del interés de la asociación en recoger, dar a conocer y promocionar la historia del barrio, que adquiere especial importancia en estos momentos en que se va a aprobar el plan especial. La iniciativa ha tenido éxito y son ya varias las asociaciones que piensan repetirla en sus barrios.

También en fechas próximas va a aparecer una revista semanal, promovida por un grupo de profesionales, con tres ediciones dedicadas respectivamente a los barrios de Vallecas, Carabanchel y Tetuán.