Cartas al director

Pequeño comercio

La evolución de los tiempos nos lleva a un excesivo consumo de productos alimenticios deficientes. El poder económico propicia, a través de la propaganda, qué es lo que se tiene que comer, beber o vestir; levanta edificios y grandes superficies comerciales y bombardea las mentes de los consumidores con propagandas de precios bajos. El consumidor compra sin mirar precios, sin comprobar peso, sin analizar calidades.Peto el pequeño comercio, al no tener acceso a la compra de volumen y no poder exigir precio especial, ni tampoco realizar pagos aplazados, se encuentra con que sus precios son...

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La evolución de los tiempos nos lleva a un excesivo consumo de productos alimenticios deficientes. El poder económico propicia, a través de la propaganda, qué es lo que se tiene que comer, beber o vestir; levanta edificios y grandes superficies comerciales y bombardea las mentes de los consumidores con propagandas de precios bajos. El consumidor compra sin mirar precios, sin comprobar peso, sin analizar calidades.Peto el pequeño comercio, al no tener acceso a la compra de volumen y no poder exigir precio especial, ni tampoco realizar pagos aplazados, se encuentra con que sus precios son ligeramente más altos que los de los grandes de la alimentación, y pierden clientela, y languidecen y mueren.

¿Cómo es posible que los pequeños comerciantes estén tan olvidados?

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(Pasa a página 12.)

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