Posible convergencia entre gaullistas y socialistas

La breve entrevista en el Ayuntamiento del París entre el alcalde de la capital francesa y presidente de los gaullistas, Jacques Chirac, y el primer secretario de los socialistas, François Mitterrand, ¿revela el inicio de un cambio histórico de alianzas políticas en Francia?La referida cumbre, sin precedentes, ha propiciado esta cuestión que ya se barruntaba desde hace algún tiempo.

El congreso de los alcaldes en Francia, que se celebra en estos momentos en París, sirvió de pretexto para que el señor Mitterrand, en tanto que alcalde de la localidad de Chateau-Chinon, acudiera al ...

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La breve entrevista en el Ayuntamiento del París entre el alcalde de la capital francesa y presidente de los gaullistas, Jacques Chirac, y el primer secretario de los socialistas, François Mitterrand, ¿revela el inicio de un cambio histórico de alianzas políticas en Francia?La referida cumbre, sin precedentes, ha propiciado esta cuestión que ya se barruntaba desde hace algún tiempo.

El congreso de los alcaldes en Francia, que se celebra en estos momentos en París, sirvió de pretexto para que el señor Mitterrand, en tanto que alcalde de la localidad de Chateau-Chinon, acudiera al Ayuntamiento de París. De manera inesperada, aprovechando la oportunidad, los señores Chirac y Mitterrand celebraron una entrevista que ambos calificaron de «pura cortesía». Pero no hizo falta más: el mundo político galo, desde ayer, encuentra «convergencias» múltiples entre los gaullistas y los socialistas, y el encuentro referido, se estima, pudiera ser un primer paso hacia una alianza entre ambas formaciones, prematura aún en el momento presente, pero no imposible.

La especulación no es nueva. Desde hace algunas semanas, todos los observadores han destacado el cambio de la actitud agresiva que ha caracterizado siempre las relaciones entre los gaullistas y socialistas. En varias ocasiones, responsables de ambos partidos, públicamente, han venido congratulándose los últimos tiempos de «puntos de encuentro» de las trayectorias de ambas formaciones.

El propio señor Mitterrand, el domingo pasado, no respondió negativamente cuando un periodista le interrogó sobre una futura posible entente con los gaullistas.

En todo caso, un elemento común y de peso pudiera determinar el cambio de comportamiento del Partido Socialista (PS) y de la Agrupación por la República (RPR). Nos referimos a sus relaciones, cada día más abocadas al desastre, con los que hasta ahora se han considerado como sus «aliados naturales». En efecto, la estrategia del Partido Comunista francés (PCF) no tiene más que un objetivo último: reducir al mínimo al PS.

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