Cartas al director

Servicio de autopistas

El día 14 del presente mes de octubre, al adentrarme, a las cinco de la tarde, en la autopista de Villalba-Adanero, por la entrada de Villacastín, con dirección a San Rafael (Segovia), me vi desagradablemente sorprendido por una ingente caravana -de unos treinta kilómetros-, que se había formado sin que la empresa concesionaria, Iberpistas, hubiese puesto el mínimo aviso a la entrada del peaje. Como no es posible el retroceso una vez adentrado en la autopista, nos vimos obligados a soportar durante largo tiempo el atasco producido, cuando precisamente para evitar aglomeraciones y circular con ...

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El día 14 del presente mes de octubre, al adentrarme, a las cinco de la tarde, en la autopista de Villalba-Adanero, por la entrada de Villacastín, con dirección a San Rafael (Segovia), me vi desagradablemente sorprendido por una ingente caravana -de unos treinta kilómetros-, que se había formado sin que la empresa concesionaria, Iberpistas, hubiese puesto el mínimo aviso a la entrada del peaje. Como no es posible el retroceso una vez adentrado en la autopista, nos vimos obligados a soportar durante largo tiempo el atasco producido, cuando precisamente para evitar aglomeraciones y circular con mayor velocidad habíamos pagado el costo cada vez más alto del peaje.Además, en la larga hora que estuvimos prácticamente parados, produciéndose las naturales indignaciones y con la amenaza de una alteración del orden, ninguna persona responsable vino a darnos explicación alguna. Al parecer, los empleados de Iberpistas trabajaban a ritmo lento y responsabilizaban de ello a la empresa concesionaria, por utilizar una sola cabina de cobro -donde creo recordar que hay cuatro- para evitar gastos de personal, sin tomar las necesarias medidas de cara a la prestación de un servicio digno los días y horas de mayor aglomeración.

Creo que los usuarios llevamos demasiado tiempo pagando los platos rotos de un mal funcionamiento. Por ello, y pensando interpretar el sentir de todos los que estuvimos en la mencionada autopista el día 14, quiero constatar el hecho con la esperanza de que no vuelva a producirse en el futuro, para evitar -entre otras cosas más desagradables- un derroche inútil de gasolina, cuando se nos recomienda el ahorro de energía, tiempo y dinero.

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