La iniciativa de Londres sobre el Ulster, acogida con recelo

La proposición del ministro británico para el Ulster, Humphrey Atkins, de convocar una conferencia entre los partidos políticos de la provincia, con el fin de hacer renacer la asamblea local de poder compartido, ha recibido la oposición y el recelo de todas las partes implicadas.Los partidos representantes de la mayoría protestante, el Unionista Oficial y el Unionista Democrático, se opusieron rotundamente a la convocatoria. Mientras los socialdemócratas (católicos) explicaron su recelo por este tipo de conferencias, que «la historia ha demostrado que no conducen a nada positivo».

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La proposición del ministro británico para el Ulster, Humphrey Atkins, de convocar una conferencia entre los partidos políticos de la provincia, con el fin de hacer renacer la asamblea local de poder compartido, ha recibido la oposición y el recelo de todas las partes implicadas.Los partidos representantes de la mayoría protestante, el Unionista Oficial y el Unionista Democrático, se opusieron rotundamente a la convocatoria. Mientras los socialdemócratas (católicos) explicaron su recelo por este tipo de conferencias, que «la historia ha demostrado que no conducen a nada positivo».

La Asamblea Local del Ulster, o Parlamento de Stormont, fue creada, en base a un poder compartido por las dos comunidades de Irlanda del Norte, en la conferencia de Sunningdale, en 1973, y disuelta un año más tarde, tras una huelga general decretada por los sindicatos protestantes.

El representante del partido Unionista Oficial, James Molyneaux, declaró que no se prestaría a «charlas de café, que no conducen a nada». Ian Paisley, reverendo protestante (extrema derecha) y líder de los unionistas democráticos, afirmó que la única solución es «volver al sistema de autogobierno protestante dependiente de Londres».

Los católicos socialdemócratas, por su parte, en una carta de su líder, Gerry Fitt, anunciaron su «recelo» ante la posibilidad de lograr cualquier tipo de acuerdo positivo. Opinión que comparte además el Partido de Alianza, integrado por católicos y protestantes.

También los laboristas británicos expresaron su desconfianza en el proyecto a través de su portavoz parlamentario para Asuntos del Ulster, Brynnor John, quien afirmó que «es el momento de soluciones para Irlanda del Norte, no de discusiones».

De todas formas, en Londres ha sorprendido la negativa de los partidos norirlandeses a la proposición de Atkins, quien la anunció en la Cámara de los Comunes después de varias semanas de consulta con estos partidos y el propio Gobierno local de la provincia británica, que, al parecer, está dispuesto a presionar para llevar a todas las partes a una nueva iniciativa de paz.

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