LOS DINEROS DE LA SELECCION

Como casi todos los años, cuando las quinielas empiezan a tomar su mayor auge en las recaudaciones, llega un partido internacional de nuestra selección. Del boleto, claro, quedan excluidos los partidos de Primera; el público no traga quinielas de Segunda, y la recaudación sufre un golpe bajo. Así varias veces en la temporada, con seria regresión en la «taquilla». Apostantes, deporte, beneficencia, etc., pagan las consecuencias.En esta ocasión la cosa no será diferente. Ya verán ustedes la recaudación de la jornada quinta y la que se hará en la sexta. Considero en unos trescientos millones meno...

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Como casi todos los años, cuando las quinielas empiezan a tomar su mayor auge en las recaudaciones, llega un partido internacional de nuestra selección. Del boleto, claro, quedan excluidos los partidos de Primera; el público no traga quinielas de Segunda, y la recaudación sufre un golpe bajo. Así varias veces en la temporada, con seria regresión en la «taquilla». Apostantes, deporte, beneficencia, etc., pagan las consecuencias.En esta ocasión la cosa no será diferente. Ya verán ustedes la recaudación de la jornada quinta y la que se hará en la sexta. Considero en unos trescientos millones menos la recaudación. El precio justo de un partido internacional es el 30% aproximado de la diferencia expresada, es decir, unos cien millones, más dietas, primas y otras gabelas de los futbolistas, con mención especial para don Ladislao Kubala, quien todavía se queja.

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