Cartas al director

El almuerzo del reptil

Con motivo de una visita que realicé días pasados al Parque Zoológico de Madrid, en compañía de unos familiares, al llegar a la vitrina donde se exponen dos ejemplares de serpiente pitón, las cuales se hallaban enroscadas y aletargadas, pudimos observar cómo en un rincón de dicha vitrina se encontraban cuatro o cinco asustados y aterrorizados polluelos, puestos allí, supongo, para la comida de dichos reptiles.Siendo la serpiente pitón, al igual que otros reptiles, un animal que, aun cuando sólo admite presas vivas, se, alimenta a intervalos de ocho, diez o más días, resulta inconcebible que lo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con motivo de una visita que realicé días pasados al Parque Zoológico de Madrid, en compañía de unos familiares, al llegar a la vitrina donde se exponen dos ejemplares de serpiente pitón, las cuales se hallaban enroscadas y aletargadas, pudimos observar cómo en un rincón de dicha vitrina se encontraban cuatro o cinco asustados y aterrorizados polluelos, puestos allí, supongo, para la comida de dichos reptiles.Siendo la serpiente pitón, al igual que otros reptiles, un animal que, aun cuando sólo admite presas vivas, se, alimenta a intervalos de ocho, diez o más días, resulta inconcebible que los responsables de dicho Parque Zoológico presenten ese gratuito y cruel espectáculo a la vista de pequeños y mayores.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En