Tres candidaturas distintas para la presidencia de UCD de Madrid

Tres candidaturas distintas se configuran para la presidencia y secretaría general de Unión de Centro Democrático (UCD) de Madrid. Dos de ellas han sido ya presentadas semioficialmente: las encabezadas por el senador Armando Benito y por el presidente de la UCD de Alcalá de Henares, Abel Cádiz. La tercera está siendo promovida en la actualidad por notables de los distritos de Chamartín, Centro, Retiro y Salamanca, los que enviarán una representación más numerosa -de 55 a veintinueve delegados- a la asamblea prevista para el próximo día 22 Una cuarta candidatura, encabezada por el ministro para...

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Tres candidaturas distintas se configuran para la presidencia y secretaría general de Unión de Centro Democrático (UCD) de Madrid. Dos de ellas han sido ya presentadas semioficialmente: las encabezadas por el senador Armando Benito y por el presidente de la UCD de Alcalá de Henares, Abel Cádiz. La tercera está siendo promovida en la actualidad por notables de los distritos de Chamartín, Centro, Retiro y Salamanca, los que enviarán una representación más numerosa -de 55 a veintinueve delegados- a la asamblea prevista para el próximo día 22 Una cuarta candidatura, encabezada por el ministro para la Presidencia, José Pedro Pérez Llorca, de la que se habló en los últimos días, no llegará a concretarse, según informaron ayer a EL PAIS medios cercanos a la organización centrista.

Al parecer, el señor Pérez Llorca, que no se había lanzado personalmente al ruedo, ha recibido consejos en el sentido de que congele su posible candidatura por despertar ésta ciertos recelos a nivel UCD nacional.Las dos candidaturas conocidas hasta el momento -la de Armando Benito y la de Abel Cádiz- se reclaman a sí mismas progresistas y de tendencia socialdemócrata, pero resulta dificil establecer con qué respaldo auténtico cuentan entre los primeras líneas de UCD. Los portavoces de los militantes que se agrupan detrás de cada candidatura se acusan mutuamente de oficialismo.

En la cena en la que se hizo pública la candidatura de Abel Cádiz, uno de los oradores, Magín Sansegundo, criticó las pretensiones del llamado grupo de los quince, representante en su mayoría de los distritos céntricos de la capital, de crear su propia candidatura -también autodenominada de base-, a la que tachó de oficialista. Portavoces vinculados al otro grupo estiman, por su parte, significativo que entre los asistentes a la cena de Abel Cádiz se encontrara Enrique Sánchez, hombre considerado próximo a Rafael Arias Salgado. Fuentes próximas al secretario general se apresuraron a señalar que el señor Arias Salgado tiene la intención de mantenerse al margen del proceso asamblearlo de Madrid, y colaboradores personales del secretario general se mostraron incluso irritados con la candidatura del señor Cádiz, al que niegan la calificación de progresista.

Los respaldos más significativos del señor Cádiz, además de Enrique Sánchez, serán probablemente Antonio Santillana, antiguo militante del Partido Socialdemócrata y actual presidente del Banco Hipotecario, y Enrique Castellanos, ex presidente de la Diputación de Madrid y actual portavoz centrista en el órgano provincial. El nombre de Antonio Santillana surgió como posible presidente de UCD-Madrid en una cena organizada, el pasado mes de junio (véase EL PAIS del 6-VI-1979), por la antigua secretaría del Partido Socialdemócrata y a la que asistieron, entre otros, los ministros Arias Salgado, García Díez, Bustelo y Garrigues, así como un buen número de diputados y políticos socialdemócratas.

En el acto de presentación de la candidatura de Abel Cádiz, se repartió un documento que sintetiza las posiciones ideológicas de los convocantes del mismo: potenciar la democracia interna del partido, propiciar la creación de una organización comarcal adecuada que haga innecesarios los continuos traslados a la capital y crear los canales que aseguren una permanente información. Para asegurar lapureza de intenciones de la promotora de la candidatura, el documento establece la incompatibilidad de los candidatos a los puestos de dirección de UCD-Madrid con la ocupación de un cargo remunerado en el partido, exceptuando a los cargos estrictamente políticos. Asimismo, los promotores renuncian a figurar en cualquier lista de candidatos.

Todas las personas que intervinieron en el acto coincidieron en denunciar que hasta ahora UCD-Madrid se ha regido por normas autoritarias y sin participación de la base.

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