Vandalismo en el zoo

Le ruego me conceda la oportunidad de poder decir lo que no dijo, no sé por qué, la doctora que fue entrevistada en el programa Gente hoy de TVE del día 7 de los corrientes, en Madrid, con respecto a los actos de vandalismo que se cometen con los animales de los parques zoológicos.No es de extrañar que los responsables de los zoos estén seriamente alarmados por los niveles de incivismo, que superan en sumo grado a lo que es normal en todos ,los parques de este tipo -fuera, naturalmente, de nuestras fronteras- No hay para menos, si tenernos en cuenta que el asesinar un animal en nuestro ...

Le ruego me conceda la oportunidad de poder decir lo que no dijo, no sé por qué, la doctora que fue entrevistada en el programa Gente hoy de TVE del día 7 de los corrientes, en Madrid, con respecto a los actos de vandalismo que se cometen con los animales de los parques zoológicos.No es de extrañar que los responsables de los zoos estén seriamente alarmados por los niveles de incivismo, que superan en sumo grado a lo que es normal en todos ,los parques de este tipo -fuera, naturalmente, de nuestras fronteras- No hay para menos, si tenernos en cuenta que el asesinar un animal en nuestro país es cultura y nuestras primerísimas autoridades civiles lo premian con trofeos. Solamente el zoo de Barcelona pierde un animal cada veinticuatro horas, víctima del gamberrismo.

Atribuir estos actos de barbarie a 31 los adolescentes es un crimen con letras mayúsculas, si se tiene en cuenta que el Gobierno invierte sumas millonarias en fomentar desde un mal llamado Ministerio de Cultura la tortura del animal. ¿O acaso los toros y los caballos no son animales en este diferente, pero cruel, país para toda clase de animales?

La ley de Protecciónde Animales y Plantas en vigordice textualmente: «Con el fin de evitar que en edad excesivamente temprana se produzcan impresiones fuertes en la infancia o se inclinen sus sentimientos, prematura y no libremente, hacía aficiones que en su día pueden determinar carácter y concepto a la sociedad española, se prohíbe la asistencia a las fiestas de los toros y espectáculos de boxeo a los menores de catorce años.» Esta ley, como todos los gobernadores civiles y demás autoridades saben, «se la saltan a la torera», como se suele decir en el argot taurino, los empresarios, debido a la más que sospechosa tolerancia gubernamental, que beneficia aunos pocos en perjuicio de la imagen de todo un pueblo.