Intento para privatizar, indirectamente, la televisión en Francia

Por segunda vez en Francia, una gran empresa privada, ligada más o menos indirectamente al mundo del giscardismo, intenta abrir una brecha en el monopolio de la radio y la televisión. Se trataría de iniciar este «trabajo» alquilando la pequeña pantalla de TV por las mañanas, tiempo «blanco» de los tres canales de la TV gala. El proyecto choca con problemas políticos serios, pero todo pudiera resolverse una vez superado el escollo de las elecciones.

En 1974, en cuanto el giscardismo se hizo con el poder, una entidad privada ya quiso realizar la misma operación, pero el entonces prime...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Por segunda vez en Francia, una gran empresa privada, ligada más o menos indirectamente al mundo del giscardismo, intenta abrir una brecha en el monopolio de la radio y la televisión. Se trataría de iniciar este «trabajo» alquilando la pequeña pantalla de TV por las mañanas, tiempo «blanco» de los tres canales de la TV gala. El proyecto choca con problemas políticos serios, pero todo pudiera resolverse una vez superado el escollo de las elecciones.

En 1974, en cuanto el giscardismo se hizo con el poder, una entidad privada ya quiso realizar la misma operación, pero el entonces primer ministro, Jacques Chirac, no la consideró oportuna. Ahora, la sociedad Televisión, Comunicación y Servicio (TVCS) vuelve a las andadas. En resumen, la empresa en cuestión parte del análisis siguiente: durante todas las mañanas del año las pantallas de televisión de los tres canales son inútiles, porque no emiten. Se trataría, en consecuencia, de rentabilizarlas, difundiendo emisiones de información especial que pagarían las sociedades, comunidades de diversa índole o administraciones que lo desearan. Todas estas entidades, dice la sociedad promotora de la idea, gastan sumas enormes para la formación de sus agentes o concesionarios y no existen razones para negarles este medio de comunicación tan práctico y eficaz

Los responsables de TVCS aseguran que se han tomado todas las precauciones para que nadie pueda sentir lesionado el sacrosanto monopolio radiotelevisado: aparentemente al menos la publicidad no se admitiría, se crearían comisiones de deontología para controlar las emisiones. Y, por añadidura, para que el negocio sea seguro, la empresa promotora anuncia que cuenta con las empresas francesas más determinantes en el contexto económico-social galo: Havas, empresa paraestatal; Hachette, así como prohombres del giscardismo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En