Cartas al director

Pro Rosa María Mateo

Somos un grupo de casi una cincuentena de amigos que nos dirigimos hoy a usted para dejar constancia, a través de su periódico, de dos hechos con los que discrepamos. A este respecto creemos que podemos hablar en nombre de gran parte de este nuestro país.Sí, esta televisión nuestra nos tiene acostumbrados a grandes controversias. Por una parte, se nos dice mil y una veces que debemos ahorrar energía, que aunque individualmente podamos pagarla, España no puede, etcétera. Y cuando nos concienciamos de esta imperiosa necesidad de ahorrar y algunos ya hemos cambiado incluso el coche por la bicicle...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Somos un grupo de casi una cincuentena de amigos que nos dirigimos hoy a usted para dejar constancia, a través de su periódico, de dos hechos con los que discrepamos. A este respecto creemos que podemos hablar en nombre de gran parte de este nuestro país.Sí, esta televisión nuestra nos tiene acostumbrados a grandes controversias. Por una parte, se nos dice mil y una veces que debemos ahorrar energía, que aunque individualmente podamos pagarla, España no puede, etcétera. Y cuando nos concienciamos de esta imperiosa necesidad de ahorrar y algunos ya hemos cambiado incluso el coche por la bicicleta, TVE, en vez de acortar su programación para predicar con el ejemplo, la alarga cada vez más y más, hasta el extremo de que incluso los presentadores de Últimas noticias, a veces, cuando dicen «mañana», rectifican y dicen: «Perdón, queríamos decir hoy». Por contrapartida, TVE ahorra donde no debe, y lo hace, por ejemplo, «racionándonos» el talento de una profesional como Rosa María Mateo (relegada a presentar unas Últimas noticias que, por la hora de su emisión, ya no ve casi nadie), para dar su puesto en la segunda edición de Telediario (la edición de más audiencia) a una señora que, más que presentar un informativo, nos hace el efecto de que esté anunciando una marca de laca o almidón, tan agarrotada, tan rígida, tan artificial, tan pendiente de sí misma, que hasta nos hace sentir mal a nosotros, los sufridos telespectadores.

Un cero a TVE. Que ahorre energía recortando la duración de su, en la mayoría de las veces, insulsa programación y que sea generosa y «despilfarre» al máximo el talento de un empleado de su plantilla, devolviéndonos para la segunda edición de Telediario a la que ha demostrado ser insustituible: Rosa María Mateo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En