La justicia, garantía de la libertad

«Una sociedad democrática debe potenciar la libertad del hombre para la verdad y para el bien. Por eso debe organizarse de tal suerte que el hombre no se sienta obligado a tomar la justicia por su mano porque la sociedad no es justa.» Esto afirma el arzobispo de Madrid, cardenal Enrique Tarancón, en una carta cristiana publicada ayer.Afirma la carta que el hombre no puede querer el mal por sí mismo, y «hasta los mismos criminales -los terroristas, por ejemplo- dicen que buscan un bien con sus violencias y sus crímenes». Según monseñor Tarancón, ello hace indispensable un código moral ba...

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«Una sociedad democrática debe potenciar la libertad del hombre para la verdad y para el bien. Por eso debe organizarse de tal suerte que el hombre no se sienta obligado a tomar la justicia por su mano porque la sociedad no es justa.» Esto afirma el arzobispo de Madrid, cardenal Enrique Tarancón, en una carta cristiana publicada ayer.Afirma la carta que el hombre no puede querer el mal por sí mismo, y «hasta los mismos criminales -los terroristas, por ejemplo- dicen que buscan un bien con sus violencias y sus crímenes». Según monseñor Tarancón, ello hace indispensable un código moral basado en la naturaleza del hombre y en su dignidad, que comprenda algunos principios objetivos en los que todos los grupos políticos y sociales podrían estar de acuerdo.

La misión de la autoridad en una sociedad democrática y libre -añade la carta-, es hacer menos difícil el ejercicio de la libertad y poner las condiciones para que los hombres no se sientan arrastrados hacia el mal o hacia el error.

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