Las empresas de líneas periféricas quieren subir sus tarifas

Los concesionarios de las empresas de autobuses periféricos solicitaron el pasado martes al concejal responsable de la Delegación de Circulación y Transportes una reestructuración de las tarifas existentes por las que, al igual que ocurre en la Empresa Municipal de Transportes, habría un billete disuasorio y un abono de diez viajes. Sin embargo, las tarifas solicitadas por estas empresas diferirían de las mantenidas por la EMT, ya que mientras un billete normal de la compañía municipal cuesta dieciséis pesetas y un cupón del abono 10,50, viajar en líneas periféricas costaría, respectivamente, ...

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Los concesionarios de las empresas de autobuses periféricos solicitaron el pasado martes al concejal responsable de la Delegación de Circulación y Transportes una reestructuración de las tarifas existentes por las que, al igual que ocurre en la Empresa Municipal de Transportes, habría un billete disuasorio y un abono de diez viajes. Sin embargo, las tarifas solicitadas por estas empresas diferirían de las mantenidas por la EMT, ya que mientras un billete normal de la compañía municipal cuesta dieciséis pesetas y un cupón del abono 10,50, viajar en líneas periféricas costaría, respectivamente, quince y doce pesetas.

La reunión, tercera de las que celebran los empresarios de líneas periféricas con representantes del Ayuntamiento, desde que socialistas y comunistas accedieron a los puestos de responsabilidad, sirvió para exponer la situación de estas empresas y solicitar un aumento de tarifas como única solución para sanear la tesorería y hacer frente a las peticiones salariales de los trabajadores. «Algunas empresas tendrían que haber firmado ya el convenio colectivo, pero se encuentran con que, para poder cumplir los acuerdos, tienen que aumentar sus ingresos», manifestó Gonzalo Pascual, presidente de la empresa Trapsa.Ante esta situación se decidió pedir a las autoridades municipales el permiso para subir las tarifas en un 11%. Esta subida iría unida a una reestructuración tarifaria, ya que se pasaría de tener billetes de ida y vuelta, sencillos, nocturnos y festivos, a billetes disuasorios y abonos.

«Los precios de estos billetes son, en la actualidad, de diecinueve o veintiuna pesetas, según los casos, para los de ¡da y vuelta, catorce pesetas para los nocturnos y festivos y once pesetas para los sencillos. Aunque pedimos, en un principio, que la tarifa disuasoria fuera de dieciséis pesetas, luego bajamos la propuesta a quince, en función de que los billetes de abono serían a doce pesetas. La diferencia con los abonos de la EMT es que los de las líneas periféricas se podrían comprar en los mismos autobuses y no en bancos, ya que este sistema obliga al usuario a desplazarse expresamente para buscar el abono.»

Estudio municipal

Según manifestó José Luis Martín Palacín, concejal responsable de la Delegación de Circulación, «la petición va a ser estudiada y a la vista de los resultados veremos qué soluciones podemos tornar».Además de las tarifas, las ocho empresas periféricas, que cubren veintiséis líneas con 380 vehículos y 1.300 empleados, se encuentran pendientes de que el Ayuntamiento decida convocar concurso sobre las concesiones actuales, que vencen a partir del próximo mes de octubre. La futura inauguración de nuevas líneas de Metro exigirá una reestructuración de los recorridos de la EMT, cuyos responsables en los últimos meses se han mostrado partidarios de aumentar su campo de expansión. Frente a esta posibilidad está la de los empresarios de las líneas periféricas, que transportan en la actualidad a 220.000 viajeros diarios y que ya en el mes de octubre, en unión con otras empresas privadas, propusieron hacerse cargo parcial o totalmente de la EMT por, considerar que al haber superado esta empresa el tamaño óptimo el déficit era irreversible. «No hemos hablado aún del tema de las concesiones y tampoco del estudio sobre la posibilidad de hacer el servicio de algunas líneas. El señor Tamames la semana pasada expresó su idea de que coexistan las empresas públicas y privadas. Los empresarios privados no queremos enfrentarnos con la EMT y la situación política ha variado desde que presentamos el estudio, pero en caso de que la EMT, que cada vez que ha aumentado su campo ha aumentado su déficit, decidiera cedernos algunas líneas, nosotros las aceptaríamos.»

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